Nada hacía pensar en el descanso el final de partido que pudimos ver, y es que el partido tuvo caras muy diferentes. En el inicio, el dominio total de la pintura por parte de Dwight Howard y la anotación de Tukoglu o Alston lanzaban a los Magic. Uno tras otro, los interiores de los Lakers cometían faltas sobre Dwight, lo que obligaba a Jackson a disputar los últimos instantes del primer cuarto con Mbemga y Powell en pista. La anotación de Bryant permitía a los Lakers mantenerse en distancias próximas, pero todo resultaba complicado en el momento en Dwight conseguía ¡11 rebotes y 3 tapones sólo en el primer cuarto! El dominio de Howard se mantenía, y los Magic superaban los 10 puntos de distancia, pese a los primeros puntos de Gasol. Las pérdidas eran el único lastre de Orlando, los Lakers no conseguían encontrar el camino del aro, y el descanso llegaba con 12 puntos de ventaja para los Magic, 49-37. Todo cambió tras el descanso: 11 puntos casi consecutivos de Ariza permitían un parcial de 3-16 que daba la vuelta al marcador, entrando en un periodo de igualdad que se mantuvo casi hasta el final. Los Magic se recuperaron y entraron en los últimos segundos con 5 puntos de ventaja. Un mate de Pau, dos errores de Howard en el tiro libre, un triple de Fisher y el error de los Magic en un apurado último tiro llevaban el partido a la prórroga. En el tiempo extra, los errores mandaban sobre los aciertos, hasta que un nuevo triple de Fisher puso a los Lakers con 3 puntos de ventaja a falta de medio minuto. El robo y un mate de Pau dejaban el partido casi sentenciado, aunque aún pudimos ver otro mate de Gasol con una fea falta de Pietrus. El encuentro se iba para los de California, que tocan el anillo con la yema de sus dedos.