El resultado de 9-29 al finalizar los primeros diez minutos marcó el devenir del encuentro. La renta se fue acortando a lo largo del partido, sin embargo fue insalvable para los “rojillos” que no se rindieron ante el actual campeón de la ACB.

Caja Laboral empezó el encuentro con una gran efectividad y frenando el seco el ataque rival. José Luis Abós tuvo que parar el encuentro a los 3 minutos de iniciarse -enfado monumental y con razón- pero la sangría no se detuvo. A los 5 minutos el luminoso marcaba 2-17. La defensa de CAI Zaragoza era muy débil y carente de una mayor intensidad. Cómo dato anecdótico decir que solo hicieron una falta.

El segundo cuarto fue diferente, los locales mejoraron atrás y su ataque más elaborado consiguió encontrar buenos lanzamientos exteriores, las distancias se fueron acortando hasta el 34-42 a falta de un minuto para el descanso. Ahí apareció Fernando San Emeterio (20 puntos) con dos canastas prodigiosas, la última de ellas con el cronómetro prácticamente a cero. Un lanzamiento con el cuerpo paralelo al suelo y consiguiendo sacar el balón entre los brazos del defensor y ayudándose de la tabla. 36-47 al acabar los primeros veinte minutos.En el tercer cuarto la afición comenzó a apretar y el equipo se contagió de la grada. La renta de los alaveses se fue acortando, situándose a 8 puntos tras un triple de Carlos Cabezas. Dusko Ivanovic pidió tiempo muerto. El acierto de Teletovic (20 puntos) y la dureza de Barac en la pintura (17 puntos y 11 puntos) dieron una nueva renta de 15 puntos. 52-67 al final del cuarto.

Los últimos minutos del encuentro fueron un “quiero y no puedo” del CAI. Caja Laboral jugaba con las diferencias y dejaba pasar los minutos. El último arreón final sirvió para maquillar en cierta manera el resultado, acabando el encuentro 70-84. Un “honroso premio” que dignificó el trabajo realizado.