El año del ascenso no pudo tener un final feliz. El último partido del año bien podría resumir lo que se lleva viendo desde hace tiempo por el Príncipe Felipe: sufrimiento agónico y lío arbitral. Bizkaia Bilbao Basket puso el acierto en el tiro y CAI el tesón por el triunfo. Dos equipos luchando por la victoria que despejara el camino a la Copa del Rey. 24 jugadores con intención de decantar la balanza y un protagonista con silbato al cuello, el Sr. Amorós.

El encuentro fue trepidante desde el inicio,con pequeñas ventajas locales que los bilbaínos se encargaban de igualar a base de triples, tres seguidos llegaron a anotar sin fallo en los primeros minutos 9-9-. Zaragoza jugaba más fluido, con mayor fuerza en la zona y una gran defensa individual intensa. Los visitantes sobrevivían desde 6,75 con 4 triples anotados. 21-16.

En el segundo cuarto los hombres de José Luis Abós mantuvieron el dominio en el marcador y alcanzaron la máxima ventaja (24-16), pero a partir de ahí los jugadores de Fotis Katsikaris empezaron a recortar diferencias al contraataque y con la ayuda de dos técnicas muy discutidas que dispusieron.

El partido estaba igualado y con alternativas. Muy bronco y físico. Y ahí Bilbao supo construir una pequeña ventaja al llegar al descanso. 36-39.

En la reanudación Vasileiadis martilleó los aros desde la larga distancia y CAI se mostró muy errático en su juego. Sin acierto exterior y sin juego interior (7 puntos de sus dos pívots en todo el partido) no era posible la remontada. El partido era de idas y venidas y el resultado se acercaba o se disparaba unos pocos puntos. Miso con dos triples a final de posesión mantenía con vida a su equipo. Al finalizar el tercer cuarto se llegó con 51-56.

En los últimos 10 minutos la profundidad de banquillo bilbaíno marcó el partido. Rafael Hettsheimeir o David Barlow no lograron ser piezas importantes y esa falta de aportación viene faltando desde hace varias jornadas.

Los visitantes comenzaron con una defensa extremadamente agresiva que les hizo ponerse en bonus de personales a los 3 minutos de empezar. CAI se acercaba en el luminoso con tiros libres a pesar de varios fallos que podían haber empatado el encuentro. Forzar faltas e ir a la línea de libres parecía una opción ya que el marcador indicaba una clara ventaja de 0 realizadas y 5 forzadas. Pero el trío arbitral se erigiría de nuevo protagonista pitando 3 seguidas en la siguiente defensa a los locales, la última de ellas tras un robo en la anticipación de Quinteros.

A continuación hubo varios ataques seguidos de CAI en vano y una zona de 3 segundos muy dudosa. José Luis Abós paró el encuentro. Bilbao supo jugar con la mínima ventaja y llegó +4 a falta a los últimos 2 minutos. La diferencia a pesar de ser pequeña parecía grande por el devenir y complejidad del partido.

En ese momento los rojillos consiguieron anotar y tras una defensa en la que Bilbao lanzó sobre la bocina de posesión, Pablo Aguilar tuvo un triple liberado desde la esquina que hubiera supuesto la culminación de la remontada a falta de 50 segundos.

No pudo ser. Aun hubo tiempo para que de nuevo Amorós no viera el asentamiento contínuo de Mavroeidis en la zona y convirtiera tras rebote ofensivo un 2+1 decisivo. Resultado final 68-74. Se definen los objetivos. Bilbao irá a por la Copa y Zaragoza peleará por no descender.