Por un lado, el de BYU, que cuentat con el máximo anotador de la NCAA, por otro, SAN DIEGO STATE, uno de los 2 equipos que quedaban sin conocer la derrota. Anoche se daba un auténtico partidazo entre 2 contrincantes que apuestan por el baloncesto de ataque, 2 rivales de la Mountain West Conference que se jugaban el primer puesto de la conferencia. Y es que Provo, una pequeña ciudad de poco más de 100.000 habitantes a 70km al sur de Salt Lake City, en el estado de Utah, era testigo de este enfrentamiento. Una primera mitad de tanteo, de conocimiento del rival, de no dar concesiones ni enseñar todas las armas, terminó por dejar el marcador practicamente igualado, pero en la segunda parte, los locales, apretaron el acelerador, sobretodo un jugador: Jimmer Fredette, que comenzó a meterlas de todos los colores, desde todos los lugares, y a cargar de faltas a los Aztecs que no veían la forma de parar a este jugador que terminó con 43 puntos (14/24 TC, 5/8 T3 y 10/11 TL) y propinó la primera derrota de la temporada de los californianos a pesar de que Kawhi Leonard intento dar oposición pero no fue suficiente (22 puntos y 15 rebotes). Al final 71-58 para los mormones. Es el tercer partido en el que Jimmer Fredette termina este año por encima de los 40 puntos. Máximo anotador de la NCAA con 26,7 puntos por partido, anoche se lució ante su público, unos 22.700 espectadores entre los cuales se encontraban al menos dos docenas de ojeadores de la NBA, y es que una vez más, este jugón de poco más de 1,80, demostró su soltura y facilidad de cara al aro. Así, los Cougars se colocan lideres de la MWC con 6-0 superando a los de San Diego, y deja otra memorable actuación individual este año, y gran partido.