Con objeto de fomentar la participación, y como cualquier medio que se precie, se abre a partir de hoy la sección MAS – OPINIÓN. Esta sección consiste en la realización, y publicación en portada de artículos de opinión de cualquier aficionado que desee compartirlo con nosotros. Abrimos esta sección con “Un bungalow entre rascacielos. ¡Qué duro es sobrevivir ¡ ¿Verdad C.B Fuenlabrada?”, un ensayo sobre la importancia de una buena gestión para poder sobrevivir en un entorno tan complejo y competitivo como el de la ACB. Anímense, a conocer un poco más sobre la gestión de un club como el C.B Fuenlabrada, así como a mostrar a todo el mundo, vuestra visión sobre baloncesto.

Un bungalow entre rascacielos. ¡Qué duro es sobrevivir ¡ ¿Verdad C.B Fuenlabrada?

            Cuando el entorno es hostil, y las barreras de entrada muy elevadas, la supervivencia, en dicho entorno, es simplemente una odisea, solo, aquellos que controlan el mercado y con fuertes inyecciones de capital, pueden asentarse con seguridad y realizar una gestión comparativamente más pasiva, que el resto.

 Reflejo de entorno hostil, competitivo, y con barreras de entrada considerables, lo encontramos en la competición doméstica nacional, en la ACB. Pocos son los que controlan la competición, captan las inversiones, y gozan de salud financiera; FC Barcelona, Real Madrid, Caja Laboral, y Unicaja. Al resto de conjuntos, prácticamente se les podría denominar, haciendo un símil, con la denominación de empresas según tamaño, Pymes. Dentro de dichas Pymes, claro está, encontramos la pequeña y la mediana empresa, en diferentes niveles. No es comparable el tamaño e ingresos de conjuntos como el Cajasol, o del Power Electronic Valencia, por ejemplo, con el C.B Fuenlabrada o el Assignia Manresa. Es decir, entre el blanco y el negro, hay diferentes tonalidades de gris.

Volviendo al entorno empresarial, y concretamente al sector de la alimentación, pues es sin duda, representativo, podríamos hablar que nos encontramos en una competición, donde Real Madrid, FC Barcelona, Caja Laboral, y Unicaja, serían cuatro grandes superficies, Carrefour, Alcampo, Mercadona, Hipercor. Conjuntos como Cajasol o Power Electronic, e incluso Gran Canaria, estarían en el grupo de Eroski, DIA o Ahorra Más. El resto de conjuntos, sin duda, se encontrarían entre estos últimos y el pequeño comercio minorista, llámese “Supermercado López y CIA”, llámese “Carnicería Juan”, o llámese como quisiere.

Por tanto como en el ejemplo, los clubs “pequeños”, asemejados con los comercios minoristas, lo tienen realmente complicado frente a los clubes de primera línea (grandes superficies), y pese a que su destinatario es el mismo, el aficionado (consumidor), ni los ingresos, ni la fuerza mediática, ni el “apoyo externo” o la financiación son los mismos. Como las premisas no son iguales, y pese a estar en el mismo sector, los objetivos no pueden ser similares, encontrándonos básicamente con dos: Luchar por algún título o sobrevivir.

Subsistir por tanto en ACB siendo un club pequeño, es cosa de héroes, y si una imagen, en mi opinión representa la situación, es la de un bungalow, rodeado de rascacielos, donde se puede ver claramente la diferencia de poder, y donde se cuestiona hasta cuándo podrá aguantar ahí dicho bungalow.

 El éxito de la supervivencia, en un entorno tan competido, se encuentra en la estrategia. En una empresa rápidamente pensaríamos en diferencia en costes, y diferenciación del producto, sin embargo, en éste caso, no es tan sencillo. Cada club se debe a su afición, y crecer en éste aspecto es realmente complicado, así mismo mientras que los conjuntos importantes, tienen mayor poder de negociación y pueden obtener algún tipo de ventaja por ello, dicha ventaja es mínima. Como en todo entorno plagado de incertidumbre, la suerte es un factor importante, pero la estrategia realizada por el organigrama directivo de cada club, es esencial. Intentar crecer orgánicamente o externamente, de ambas formas, es una buena idea de cara al futuro. Son varios los conjuntos que apostando por el crecimiento interno han apoyado el desarrollo de sus categorías inferiores, de la cantera, potenciando así las opciones de obtener financiación, o autoabastecerse de jugadores. Joventut, C.B Fuenlabrada, o Estudiantes, son un claro ejemplo de lo comentado. El crecimiento externo, también tiene como objetivo, potenciar al club con vistas al futuro, mediante acuerdos de colaboración, adquisiciones, etc.

 Un buen equipo directivo, es decir, una buena calidad humana, es imprescindible, si se quiere progresar, y supone, una de las pocas y más importantes fuentes de diferenciación con el resto de club. Un buen director deportivo, que sepa gestionar los fichajes, unos entrenadores del primer equipo, y de categorías inferiores capaces de potenciar el desarrollo de sus jugadores, un responsable financiero capaz de planificar y gestionar los gastos e ingresos del club según sus posibilidades, un responsable de publicidad y marketing garante de expansión del conjunto, así como un presidente capaz de coordinar a todo este equipo humano, son como comenté una de las pocas formas de diferenciarse en un entorno tan hostil como el de la ACB.

Podría seguir ahondando, las diferencias, entre clubs grandes y pequeños, así como en la hostilidad del entorno, y en la dificultad para sobrevivir de los conjuntos pequeños en esta ACB, sin embargo, considero que a vista de pájaro, he podido mostrar alguno de los rasgos del panorama actual del baloncesto nacional.

Me gustaría ahora comentar, no sin regodearme, la magnífica gestión de un club como el Baloncesto Fuenlabrada. El conjunto fuenlabreño, es un claro ejemplo, de club de pequeña envergadura y presupuesto, que sin embargo ha sido capaz, no sin esfuerzo, de sobrevivir, en esta tierra de titanes. Imagen de lo comentado, el conjunto del sur de Madrid, ha sabido crecer, y superarse día a día. Refiriéndonos al crecimiento orgánico, el Fuenlabrada, realizando una fuerte apuesta por la cantera en distintas categorías (Cadete "A" Masculino, Cadete "B" Masculino, Infantil Masculino, Cadete femenino, Junior "A" masculino, Junior "B" masculino, Junior femenino, EBA), así como colaborando con diversos colegios dentro del ámbito del baloncesto. Resultado de dicho crecimiento interno, encontramos jugadores como Javi Vega (C.B Melilla), Alvaro Frutos (Fundación Adepal Alcázar), Nacho Guigou (Fundación Adepal Alcázar), Álvaro Muñoz (Illescas – CB.Fuenlabrada), que juegan en competiciones tan exigentes como la LEB Oro. Híbrido de esfuerzo en la cantera, y acierto del director deportivo, encontramos al joven Bismark Biombo, jugador del Congo, con 18 años de edad, que está siendo una de las sensaciones en estas últimas jornadas con 6 puntos, y 4 rebotes en 14 minutos en la ACB.

 La clave del éxito de las categorías inferiores del C.B Fuenlabrada radica, en una filosofía de trabajo por y para el jugador.

 “Tenemos un eje claramente definido sobre el que gira toda la planificación del trabajo a realizar: EL JUGADOR. Otros parámetros (competición, entrenadores, padres, etc) quedan subordinados al progreso continuo del jugador en todas las facetas perseguidas.” Comentaba el entonces Director de Equipos de Formación, Armando Polo, en un artículo de 2008 donde resumía perfectamente esa filosofía de trabajo que anteriormente comentaba.

El Fuenlabrada, no se ha conformado con crecer orgánicamente, sino que también ha decidido hacerlo de forma externa. En 2009 se comunicaría la unión del C.B Fuenlabrada de EBA, con el Getafe, creándose el actual C.B Fuenlabrada – Getafe de EBA. Ese mismo año, el Fuenlabrada, cerraría un importante acuerdo de colaboración con el C.B Illescas, por el que los jugadores más prometedores de Fuenlabrada, podrían jugar en una competición con una mayor exigencia como la LEB Plata, antes de dar el salto a una competición superior.

Interesante además, sería comentar la gestión del cuerpo directivo del club en estos últimos 5 años que ha permanecido el club en ACB. Realizando una gestión activa, en mercados financieros, se diría que, buscando la beta, la directiva del club ha sabido moverse siempre en dirección ascendente, acertando mucho más que errando en una política tan complicada como, por ejemplo, los fichajes. Saúl Blanco, Andrés Miso, Bradley Oleson, o Esteban Batista, son los claros exponentes de una política de fichajes exitosa, y gracias a la cual el club puede subsistir. Jugadores, no tan conocidos, o en mal momento de su carrera, han tenido un escaparate espléndido en Fuenlabrada, relanzando su carrera, y dicho sea de pronto, las arcas de un club necesitado de liquidez. Jugadores como Gustavo Ayón, o Bismark Biombo, van por el mismo camino. Aparte de por jugadores prometedores, en progresión, el Baloncesto Fuenlabrada se ha caracterizado siempre, y sin duda son valores inculcados desde la directiva, por contener en el primer equipo, jugadores que sienten los colores, garantes de la intensidad y garra que necesita un conjunto de ACB. Entre ellos encontramos a Salva Guardia, todo un referente, a Francesc Solana, al actual director deportivo, Ferrán López, o al estadounidense Tom Wideman entre otros.

La gestión directiva, no solo ha sido activa en el ámbito deportivo. En el ámbito financiero, los sureños de Madrid, han sabido gestionar adecuadamente el club, la firma con Alta Gestión fue la cumbre de esta magnífica gestión. Comprar barato, para vender por un precio superior, y sacar rentabilidad por el camino, eso es lo que ha hecho el C.B Fuenlabrada como buen trading. Comentar los innumerables aciertos realizando dicho trading, conllevaría alargar este artículo mucho más, pero podemos destacar tres en la actualidad con Batista, Oleson, y Saúl Blanco, y dos del pasado Nate Huffman (1998/1999) y Walter Herrmmann (2002/2003).

Todo esto, y mucho más, que me es difícil describir, conforma un intangible muy valioso, una muy buena marca llamada Fuenlabrada. Sin ello, acompañado, de una fiel afición, un club pobre, minorista, no podría hacer frente a las barreras de entrada de la ACB, no podría sobrevivir en dicha competición. Fuenlabrada como hemos comentado, es igual que un pequeño comercio de ultramarinos frente a una gran superficie, los bancos enseñan los dientes antes de financiar, los ingresos son reducidos, y la competencia muy dura. Sólo a base de furia y garra, y gracias a una buena gestión un club así puede sobrevivir.

 No puedo disimular mi malestar cuando oigo críticas hacia la directiva, de expertos de boquilla, en referencia a cuestiones como la venta de Batista, pues demuestran no conocer nada de un club como el Fuenlabrada. Ni de su gestión, ni de su entorno, ni de su situación.

Como conclusión, y para finalizar este artículo, me gustaría comentar así como incentivar a las empresas, en estos tiempos tan complicados, a que participen en la marca C.B Fuenlabrada. Los valores de dicho club, son claros, lucha, garra, supervivencia, superación, apuesta por los jóvenes, por las oportunidades. ¿Qué empresa no busca esos valores? ¿No es la lucha y la supervivencia del día a día, así como las aspiraciones a progresar los objetivos que busca toda empresa? ¿No generará correlaciones positivas en los resultados de una compañía apostar por un club que refleja esos valores?

 ¿Qué merito tiene patrocinar a un conjunto, que puede optar a todo, sin apenas esfuerzo? ¿Qué merito tiene patrocinar, por ejemplo, a conjuntos como Real Madrid o Barcelona, si siempre se les conocerá así, como Real Madrid o Barcelona pasando la marca de la compañía patrocinadora desapercibida?

En casos como los comentados Madrid y Barcelona, la institución eclipsa al patrocinador. La marca patrocinada, pasa a un lugar poco más que residual. En el caso del patrocinio de conjuntos como Joventut, Zaragoza, o Fuenlabrada, la marca, el patrocinador, se sobrepone al nombre del club. El Zaragoza más que Zaragoza es el CAI, el Joventut el DKV, y el Fuenlabrada hasta hace poco Alta Gestión.

 Podemos por tanto apoyarnos en el histórico de patrocinadores del C.B Fuenlabrada, cuando al club le patrocinaba Jabones Pardo, se le conocía al equipo tanto o más por Jabones Pardo que por Fuenlabrada, cuando fue Alta Gestión, sucedió exactamente lo mismo. Sin embargo, ¿Quién se acuerda del anterior patrocinador del Barcelona?, incluso si me dijeras el actual, tardaría en responder.

Apostar por Fuenlabrada, no es apostar a lo seguro, es apostar por unos valores, es apostar por una gran gestión, es apostar por una ciudad, por una afición.

Fuente: Jose Luis Junquera Villas (Más Baloncesto)