El partido de anoche no fue uno de esos que hacen afición. Cuando uno no ha visto ningún partido de NCAA y decide debutar en esta final...dirá: esto no es para mi, y es una pena porque el partido con más share televisivo de todos los eventos televisados en el mundo es este, y francamente, ha sido de los menos vistosos que se recuerdan.

BUTLER, un equipo en el que el secreto de su éxito es precisamente la rigidez defensiva, lograba llevar el partido, al menos hasta el descanso, a su parcela: baja anotación (22-19 para los Bulldogs). Parecía que este iba a ser el año de los de Indianapolis, pero Jim Calhoun supo enfocar la segunda mitad de manera que CONNECTICUT pudo elaborar mejor su juego rápido y anotar casi el doble de puntos que en la primera mitad, y mantener a su rival en los mismos ratios anotadores que en la primera.
Así, el arma más importante de los de Brad Stevens, se volvió en su peor enemigo, y acabaron perdiendo su segunda Final consecutiva por 41-53.
Por contra, el equipo de Nueva Inglaterra, consigue ganar un año en el que no se contaba con ellos, y que en gran parte, ha sido porque a pesar de hacer una temporada regular aceptable, han logrado enfocar su mejor juego en el momento cumbre del año: el torneo de conferencia de la Big East que ganaron, y la March Madness. Otro factor fundamental ha sido KEMBA WALKER que ha hecho una temporada impresionante y culmina un gran año con la guinda del título de campeón.
Como datos anecdóticos de una final tan pobre en anotación, decir que es la final con menos puntos de la historia desde 1949, y Butler consiguíó la peor anotación individual en una final desde 1946.
Una temporada que se nos va de manera agridulce por lo espeso del encuentro pero que deja un campeón inesperado. Se ha designado el quinteto ideal de la March Madness y ha sido:

• KEMBA WALKER (Connecticut)
• JEREMY LAMB (Connecticut)
• SHELVIN MACK (Butler)
• JAMIE SKEEN (VCU)
• MATT HOWARD (Butler)

De ellos, el Most Outsanding Player, como no, ha sido KEMBA WALKER