Unicaja venció el encuentro que inauguraba la jornada número dos de la Euroliga al vencer a Zalgiris Kaunas en la prórroga por 85-78. Unicaja, bien asentado en defensa durante todo el partido, se valió de esta para sacar adelante el partido y anotarse una victoria que puede ser clave a la hora de clasificar para el Top-16, ya que los de Kaunas son, a priori, el rival directo de Unicaja por la tercera posición del grupo. 

El partido comenzó con dificultades en ataque en ambos bandos. El cuadro cajista insistió hasta encontrar a Freeland en posiciones cercanas al aro. Sin embargo, el equipo lituano bien comandado en el inicio del encuentro por Sony Weems, se basaba en las individualidades para ir sumando en ataque. Acontecidos cuatro minutos y medio de juego, Chus Mateo se veía obligado a dar minutos a Valters ya que el base búlgaro, EJ Rowland, había cometido su segunda falta personal. Algo similar le pasó al cuadro visitante. Zoric logró sacar la tercera falta personal al lituano Jankunas y éste debió ser sustituido. Cercanos los siete minutos de juego, Unicaja comenzaba a encontrar el juego que tanto le gusta. Rápidos ataques en transición y una sólida defensa. Así, arribó el final del primer cuarto con la ventaja local de tres puntos (22-19) gracias a un tiro de cinco metros anotado por Valters sobre la bocina. Por segundo partido consecutivo, a Unicaja le cuesta meter la marcha para jugar en este segundo cuarto. Ya sea por ligeras ventajas adquiridas que causen relajación o sencillamente por caprichos del baloncesto. El caso es que Unicaja decidía jugar más anárquicamente que Zalgiris (complicado es). Tanto en estático como en transición, Unicaja no encontraba la fórmula para superar la defensa lituana. Resultó caótico ver como cada cual pretendía hacer la guerra por su cuenta y se sucedían errores uno detrás de otro. La suerte (basada en el trabajo) cajista fue que su defensa no cedió demasiados tiros cómodos. Tras cuatro minutos y medio jugados, Berni anotaba al contraataque la primera canasta del cuarto para los locales. El desacierto, los nervios, las imprecisiones… Todo se volvió en contra de Unicaja que acabó el cuarto con un pésimo balance defensivo y otorgando una enorme libertad de movimientos a los dos NBA del conjunto visitante: Ty Lawson y Sony Weems. El cuarto finalizó 8-21 (30 – 39 en el global) gracias a un par de acciones en el poste de Freeland y una canasta de Valters. El discurso en los vestuarios de Chus Mateo debió calar hondo y llegar a los corazones de los jugadores verdes. Unicaja salió muy enchufado en ataque y solidificó su defensa hasta conseguir un 10-0 de parcial con triples de Valters y Darden (dos piezas claves hoy). Tras colocarse uno abajo Unicaja, comenzó el intercambio de canastas y de imprecisiones en ambos lados de la cancha. Los malagueños no anduvieron demasiado certeros en el tiro, pero su intensidad en defensa –muy alta durante gran parte del encuentro- y un inspirado Kristaps Valters (decisivo) llevaron a finalizar el tercer período con una desventaja mínima: 49-52. El comienzo del último cuarto fue una continuación del tercer cuarto. Ambos equipos no anotaban demasiado, Unicaja carecía de solvencia en los ataques estáticos y Zalgiris lo jugaba todo a uno al acierto de Kalnietis y Weems. Así, hasta que emergió Popovic. Un base croata, discreto, callado, tranquilo… De esos que las mata callando. A falta de 4:30, el apresuramiento hacía mella en ambos bandos. Unicaja no era capaz de correr y perdía 54-59. Weems, ya con 19 puntos, se intentó echar el equipo a sus espaldas (más si cabe), pero en los instantes de verdad, falló. Un triple del silencioso Popovic como contestación a un anterior de Berni, otorgaba tres puntos de diferencia a Zalgiris a falta de 1:16 para el final del partido. Tras una posesión fallida de Unicaja, con el partido empatado, Weems cazaba un rebote a falta de siete segundos pero botó el balón en el talón de un compañero, regalando la última posesión del partido a Unicaja. El último balón fue un triple desde cuarenta y cinco grados a la izquierda del aro que Valters falló sobre la bocina dando paso a la prorroga ya que el partido finalizaba con empate a 67. Unicaja continuó con la marcha más que había puesto en el final del último cuarto. El trabajo en defensa fue digno de mención, pero hay una cifra que descifra, valga la redundancia, una clave del partido. Unicaja capturó hasta 18 rebotes en ataque por 8 del rival. Mucho tuvieron que ver Freeland y Zoric en ello. Ambos acabaron con doce rebotes en total en su cuenta particular para un total de 24 y 21 de valoración respectivamente. Finalmente, Valters con dos triples colocaba a Unicaja con una ventaja de siete puntos a falta de 1:50 para el final. Freeland, como empezó el partido, finiquitó la victoria malagueña con un rebote y mate y un dos más uno de la casa. El resultado final fue 85-78 dando lugar a Unicaja a conseguir la primera victoria de la Euroliga frente a un rival directo.

En la rueda de prensa, el entrenador visitante se limitó a felicitar al cuadro malagueño y a sus aficionados y destacó la importancia del rebote en la derrota de su equipo. Mientras tanto, Chus Mateo, menos radiante, de lo que se esperaba confesó que su equipo ha sobrevivido gracias a la defensa y destacó, con mesura, que mañana “toca descansar y, a partir del jueves, preparar el partido del domingo en Valencia”.

85 - Unicaja (22+8+19+18+11): Rowland (2), Fitch (9), Darden (10), Zoric (7), Freeland (21) -cinco inicial-, Rodríguez (9), Valters (20), Garbajosa (5), Sinanovic (2), y Blanco (0).

78 - Zalgiris Kaunas (19+20+13+15+11): Lawson (7), Delininkaitis (2), Weems (21), Jankunas (0), Javtokas (5) -cinco inicial-, Klimavicius (8), Collins (0), Rakovic (2), Popovic (18), Kalnietis (11) y Kuzminskas (4).

Árbitros: Herceg (CRO), Sabetta (ITA) y Geller (BEL).

Eliminados por cinco faltas personas Jankunas, minuto 39 y Rodríguez, minuto 41.