Primeros minutos de tanteo y constantes fallos de ambos equipos. Un desconocido Joel Freeland en ataque que encadenó tres fallos consecutivos previos a un gran mate con 2+1 incluido que colocaba al Unicaja 6-7 a falta de 5 minutos para el final del primer cuarto. Por su parte, Blancos de Rueda insistía en los bloqueos y continuación de la mano de un activo Hervé Touré que hacía daño desde el perímetro y la media distancia (9 puntos). El primer cuarto acabó 15-15 con buenas sensaciones para el equipo de Casimiro a pesar de no haber podido establecer distancias. Si bien no hubo demasiado acierto, a los jugadores de ambos equipos se les vio con ganas aunque acompañados del infortunio. El aro escupió algunos balones en ambos campos y propició un resultado tan pobre a nivel atacante.

Tras la reanudación, Touré demostró que seguía teniendo hambre y consiguió un gran mate, pero en la siguiente jugada cargó con su segunda falta personal y el ‘míster’ pucelano decidió darle minutos de descanso. Unicaja comenzó a carburar y rápidamente obtuvo las primeras rentas en el marcador gracias a la aportación del capitán Berni Rodríguez que acabó el cuarto con 11 puntos y2/3 en triples. La transición de Unicaja y la altura de Sinanovic no perdonaron a un Blancos de Rueda aciago en ataque y con demasiadas lagunas en defensa.  A la mitad del cuarto Unicaja ya vencía 34-21 y es que, si bien, en ataque Blancos no respondía, Unicaja sumaba en casi todos sus ataques y en dos minutos encadenó hasta tres ‘2+1’ (dos de Sinanovic y otro de un activísimo Peric). Parte del partido acabó aquí porque, como bien ha dicho en rueda de prensa Luis Casimiro, Valladolid “dejó de competir cuando Unicaja pudo correr”.

 El inicio del tercer cuarto fue una continuación absoluta del segundo. La diferencia llegó a crecer hasta los 32 puntos de la mano de un Luka Zoric que pasó de cero a quince puntos en este cuarto con canastas de todos los colores. Valladolid anotó tan solo ocho puntos en un cuarto en el que Unicaja supo defender y aumentar las rentas sin demasiado esfuerzo y en el que tuvieron minutos jugadores menos habituales como el canterano (gran promesa) Álex Abrines y Peric o Saúl Blanco.

Ya en el último cuarto Unicaja respetó a su rival y firmaron un pacto de no agresión ofreciendo un cuarto bastante flojo en cuanto a anotación y ritmo (11-14). Uno de los aspectos reseñables es el debut en el Carpena de Jhornan Zamora, aunque en el bando contrario ya que pertenece al conjunto vallisoletano. Alguna canasta de Valters y de Berni más el debut este año del canterano Pozas (campeón de Europa sub20 el pasado verano) es lo único reseñable de un cuarto que, sin duda, no pasará a la historia del baloncesto.

En general, un buen partido de Unicaja que se mantuvo intacto en los buenos minutos de Valladolid y que cuando pudo y supo correr finiquitó el partido a su antojo. 

La conclusión que sacaron tanto aficionados como técnico cajista fue la de una plantilla más completa de lo que parecía al inicio de la temporada y que demuestra cada día mejor evolución y mayor unión lo que en Málaga empieza a despertar síntomas de entusiasmo.

78 - Unicaja (15+30+22+11): Valters (12), Rodríguez (13), Darden (-) Zoric (17), Freeland (7) -cinco inicial-, Abrines (-), Pozas (1), Blanco (7), Sinanovic (12), Peric (7) y Garbajosa (2).

51 - Blancos de Rueda Valladolid (15+14+8+14): Umeh (-), Uriz (-), Touré (15), Robinson (4), Seawright (4) -cinco inicial-, García (7), Bagaric (6), Dumas (6), Martín (3), López (3) y Zamora (3).

Arbitros: Amorós, Guirao y Cardús. Eliminaron por cinco faltas personales al visitante Seawright (m.34).

Fuente: Fran Alameda (Más Baloncesto)