Un año más el curso baloncestístico de la NCAA vuelve a la carga, pero esta vez de un modo diferente, y es que el Lockout de la NCAA hará que esta liga tenga más seguimiento que nunca: aficionados que antes la seguían con alfileres, ahora se convertirán en expertos ante la falta de poder seguir a unos Lakers o a unos Mavs. Y aficionados que nunca en su vida han visto un partido universitario, acabarán por hacerse fans incondicionales de esta competición que no merece menos.