El CSKA de Moscú se ha convertido en el primer finalista de la Euroliga que durante este fin de semana disputa su Final Four en Estambul. El equipo ruso se deshizo de Panathinaikos por un ajustado 66-64. Aunque el conjunto ruso llegaba a Estambul con la vitola de favorito, estaba más que claro que su semifinal ante equipo de Obradovic no iba a ser nada sencillo. De hecho, los rusos estuvieron contra las cuerdas debido a la salida arrolladora de los griegos que incluso tuvieron la última posesión con la que podían haber intentado ganar o mandar el partido a la prórroga pero no tuvieron las ideas claras y el tiempo se les esfumó sin ni siquiera ser capaces de lanzar. El Barcelona Regal no tendrá opción de pelear por el título de la Euroliga después de que el Olympiacos le haya derrotado en la segunda semifinal del torneo por 68-64. El Barça no ha tenido un buen día en su semifinal y ha ido a remolque de Olympiacos durante todo el partido. El conjunto griego ha estado liderado en todo momento por Vassilis Spanoulis (21 puntos y 6 asistencias) que además ha sido clave con un triple lejano en los instantes finales. A pesar de ello, el Barça tuvo opciones de empatar al final pero no se materializaron así que los azulgranas no podrán optar a su tercer cetro continental. El Olympiakos se enfrentará por el título el domingo al CSKA de Moscú mientras que el Barça se tendrá que conformar con pelear por el tercer puesto ante Panathinaikos.

El primer cuarto de Panathinaikos fue sencillamente espectacular. Jaskevicius y Diamantidis dominaron el tempo del partido y sirvieron balones en la pintura para Aleks Maric que anotó los seis primeros puntos de su equipo y para Mike Batiste. Además, Krstic y Kirilenko se cargaron de faltas y Sato, Diamantidis y Jaskevicius anotaron desde el perímetro para dar 14 puntos de ventaja a su equipo (9-23).

Durante esos minutos el equipo ruso estaba ausente y solo intentaba acercarse con lanzamientos de tres que no entraban (1 de 8 en los primeros minutos). Al final del cuarto, CSKA perdía por 15-29 pero poco a poco consiguió reaccionar y lo hizo desde la defensa. Los rusos se esforzaron mucho más durante ese segundo cuarto y a Panathinaikos le costó tanto anotar que apenas si hizo 5 puntos en todo el cuarto. Shved y Kirilenko se encargaron de recortar diferencias y llegar al descanso con 32-34, dos abajo pero con una final completamente nueva.

A partir del tercer cuarto la final creció más todavía porque empezaron a surgir las estrellas en ambos equipo. Por parte de CSKA, Kirilenko (17 puntos, 9 rebotes y 4 tapones) continuó echándose al equipo a la espalda ante la poca inspiración de Krstic mientras que en el PAO, era Jaskevicius, que nunca había perdido un partido en Final Four, el que daba una lección de juego y anotación ante Teodosic.

El partido llegó con solo un punto de diferencia al último cuarto. Teodosic y Krstic anotaron para CSKA pero Jaskevicus anotó un triple y se iba a los 19 puntos a falta de dos minutos para el final dando cuatro puntos de ventaja a su equpo (60-64). Shved sugrió entonces con 3 puntos y Teodosic también anotó poniendo en 65-64 a falta de 38 segundos para el final.

Jaskevicus asumió la responsabilidad en ataque pero erró su penetración. Shved recibió falta, anotó un solo tiro libre y el balon fue otra vez para los rusos al tocar Batiste el rebote. Todo parecía perdido para los griegos que hicieron falta a Teodosic que fue a la línea de tiros libres con su casi un 90% de acierto. Sin embargo, el serbio falló y dejó 9 segundos al PAO para buscar el empate o la victoria. Los griegos buscaron a Diamantidis para que intentara lanzar o buscar a Jaskevicius pero no consiguió ni una cosa ni otra y el balón acabó por sin control y por los suelos como las esperanzas de Panathinaikos de revalidar el título conseguido en 2011.

Barcelona y Olympiacos, que reeditaban la final de la competición de hace dos temporadas, salieron al partido algo tensos lo que provocó que el inicio del choque estuviera plagado de pérdidas y fallos en el tiro. En cualquier caso, el primero en despertar fue el conjunto griego que con dos triples y una canasta de Antic consiguió poner el 8-0 en el marcador. El Barça necesitaba reaccionar y en ataque los consiguió con 5 puntos de N’Dong mientras que en defensa pronto vimos a Víctor Sada con la intención de parar a Spanoulis.

Al final del primer cuarto, el marcador era de 17-11 con un Barça que estaba teniendo muchos problemas en el tiro exterior y que ya había fallado siete intentos desde el triple. En el segundo cuarto el Barça consiguió reaccionar e incluso se llegó a poner por primera vez por delante cuando 5 puntos consecutivos de Navarro ponían el 26-27 en el electrónico. Al descanso, el marcador era de 33-29 para los griegos que salieron mejor en la reanudación porque Spanoulis y Printezis, que también hizo un gran partido, dieron un estirón en el marcador y se escaparon de 8 puntos.

El Barça necesitaba una nueva reacción si quería seguir en el partido y esta vez llegó de la mano de Fran Vázquez que puso al Barça a dos puntos con 6 puntos consecutivos (43-41). En esos momento, Spanoulis estaba asfixiado y eso lo notaba Olympiacos en ataque. Ivkovic tuvo que darle descanso y, contra pronóstico, su equipo no lo notó en ataque y cerró el cuarto con 7 puntos de ventaja.

Parecía que el Barça todavía podía dar la vuelta al partido pero cada vez que se acercaba cometía o cometía errores u Olympiacos reaccionaba y daba un nuevo estirón al marcador. Navarro (18 puntos), duda por una fascitis plantar, cogió el mando en el último cuarto y puso a su equipo a dos puntos a falta de poco más de un minuto para el final.

Parecía el momento idóneo para que los azulgranas dieran la vuelta al partido pero en ese momento Spanoulis surgió de nuevo con un triple lejanísimo que daba a los suyos cinco puntos de ventaja. En el último minuto, el Barça tuvo sus opciones porque N¡Dong puso al Barça a dos puntos y Marcelinho Huertas tuvo un triple para poner el 66-67 que no entró. Ahí se esfumaron las opciones del Barça porque el Olympiacos anotó dos puntos tras asistencia de Spanoulis a Dorsey y, además, no falló desde el tiro libre y sentenció el partido.

Esta derrota supone una gran decepción para el Barça que soñaba con conseguir un nuevo título europeo. Sin embargo, no fue el día de mucho de sus jugadores y Navarro estuvo demasiado solo. Por ejemplo, Huertas se quedó en 4 puntos y estuvo superado por Spanoulis que sufrió mucho más cuando tuvo delante a Sada. Pete Mickeal, un especialista en este tipo de partidos, también se quedó en 4 puntos mientras que Eidson o Ingles ni siquiera estrenaron su casillero de anotación.