Empezamos por el partido que fue más ajustado, entre OKC y Mavericks, el cual tuvo que decidirse con una prórroga, y ya sabéis lo peligrosos que son los Thunder con prórroga de por medio, concretamente Durant. Pero no fue en esta ocasión Durant el jugador de clutch time al que nos tiene acostumbrado. En este caso fue su fiel escudero, aunque con ansias de estrellato, Russell Westbrook el que anotó 8 puntos en los 5 minutos extra para llevar la victoria a casa. En el transcurso del partido, un monstruoso Collison (32 puntos, incluyendo el triple desesperado que mandaba el partido a la prórroga) tomó las riendas y mantuvo por debajo del marcador a Oklahoma, que no sabía qué hacer para parar al base. Los 40 puntos de Durant ayudaron a OKC a ponerse por delante y poder ganar un partido complicadísimo y que será aún más complicado cuando termine de recuperarse nuestro alemán favorito, Dirk Nowitzki. Mención especial hay que hacer al gran doble-doble de Serge Ibaka, con 19 puntos y 17 rebotes. Ojalá hiciera esto todos los días... (105-111)

 

El otro partido de la jornada tampoco merece un resumen extenso, ya que fue otro auténtico correctivo por parte de los nuevos favoritos al anillo, Los Ángeles Clippers. Destrozaron sin piedad a Boston, con un caudal ofensivo monstruoso, en el que cualquier jugador de su rotación puede anotar con una facilidad pasmosa. Todos los jugadores de la plantilla de Clippers son auténticos cracks, así que ojito con estos chicos, que están pisando bastante fuerte. Decimoquinta victoria consecutiva y la sensación, cada vez mayor, de que son invencibles. De nuevo la parejita Matt Barnes/Jamaal Crawford fueron los culpables de la victoria, con 21 y 17 puntos respectivamernte. Volvió a ser innecesario un buen partido de Chris Paul, porque todos pueden hacerlo por él. Poro más que contar, solo hay que disfrutar de este equipo y comprobar cómo de alto es el techo que esperan alcanzar... (77-106)