Anoche tuvimos partidazos para dar y regalar en la NBA. Pudimos ver todo un clásico de los 90 como el Lakers-Bulls, que llevó a los Lakers a sufrir su sexta derrota consecutiva fuera de casa. Además, también hubo derbi entre los dos equipos de Nueva York, los Knicks y los Nets, que se saldó con victoria de los segundos por primera vez esta temporada y, victoria importantísima también de los Warriors sobre los Clippers, con la aportación estelar de Stephen Curry (6 triples). También vencieron, en horario terrestre, los Pacers a los Grizzlies, gracias a un tiro libre anotado en el último segundo por George Hill. En el resto de partidos, pudimos ver a Washington derrotar a Portland, a Houston volver a la senda de la victoria, etc...

Comencemos el repaso con el derbi que enfrentó a los Knicks y a los Nets. Como siempre, se esperaba un partido durísimo, con muchas alternativas en el marcador, y con defensas rozando el límite de la legalidad. Y fue exactamente así. El partido se lo llevaron los Nets gracias a que Joe Johnson anotó un canastón a falta de 20 segundos, demostrando su característica de maestro en el clutch (este tío puede estar jugando muy mal un partido, que cuando lleguen los segundos finales va a anotar sí o sí, por eso es All-star). Anotó Johnson y Deron metió 3 de los 4 libres que lanzó en los segundos finales y los Nets no pudieron hacer nada para luchar contra ello. Buen partido de Johnson, que se fue hasta los 25 puntos, sumado a los sendos dobles-dobles de Deron (14 puntos y 12 asistencias) y Lopez (14 puntos y 11 rebotes) (88-85)

 

Parecía que el Bulls-Lakers iba a ser un partido bastante igualado. Pero de lo que se olvida la gente es que los Lakers fuera de casa son un equipo desastroso. Pierden gran parte de su capacidad ofensiva y, por si fuera poco, pierden también lo poco que tienen de capacidad defensiva. Anoche se volvió a ver a un Kobe Bryant sufriendo la defensa del equipo rival. Ni si quiera consiguió llegar a los 20 puntos, merced a los 6 triples que falló, incluidos en un 7/22 en tiros de campo. Chicago no vio peligrar en ningún momento del partido la derrota, gracias en gran parte a que Belinelli volvió a tener un buen partido, anotando 15 puntos desde el banquillo. Eso, unido a la increíble y pegajosa defensa de los Bulls, que hace ganar partidos sí o sí, se tradujeron en victoria para el equipo de un Rose que ya está a punto de volver a la NBA. Como vuelva sano, yo no voy a ser el que diga que este equipo no puede ser campeón de la liga (83-95)

 

Otro partidazo muy bonito para el espectador fue el Warriors-Clippers. Los Warriors molan porque tienen jugadores de un talento brutal, y centran su equipo en ellos, cueste lo que cueste. Por eso podemos ver a Curry y Lee liberados totalmente de su presión defensiva, gracias a que tienen compañeros que pueden luchar en esas tareas. Pues gracias a esa liberación, vimos a Stephen Curry liar una buena. Impresionante este jugador, la capacidad que tiene para crear juego. Anoche se fue hasta los 28 puntos (6 triples), incluidos 16 en el último cuarto. Cuando parecía que el partido iba a terminar igualado, con los Warriors solo uno arriba, llegó Curry con un triple tremendo para destrozar la resistencia Clippers. Merece la pena que veáis la asombrosa asistencia que le regaló Curry a Jarret Jack, digna de concurso de habilidades. Merece la pena también que veáis el triplazo que se volvió a marcar un Blake Griffin que no olvidaba lo que ocurrió la última vez que lanzó ante los Warriors (aquel triple que lanzó desde la esquina y dio en el canto del tablero, con la posterior mofa del banquillo Warrior), e hizo lo mismo. Volvió a lanzar, esta vez un triple frontal, y esto se tradujo en un precioso airball que pasará a la historia. Encima fue, una vez más, el hazmerreir del pabellón durante unos minutos (106-99)

 

La prensa de Memphis lo pide claro. "Buscad a un nuevo jugador para los últimos segundos". Parece que no les vale a los seguidores de los ositos con Rudy Gay, que anoche volvió a errar a falta de un segundo para el final. Parece que Paul George lo vio claro, y supo en todo momento que, si era Gay el que se la jugaba, el desenlace iba a ser desastroso. Anotó el alero, sí, pero se olvidó de que en 1.4 segundos no puedes driblar, crear tu propio tiro, y lanzar. Le faltaron 2 segundos más en el reloj al jugador de Memphis para poder llevar a su equipo a la victoria ante los Pacers. El partido fue extremadamente duro, como cada vez que se enfrentan estos dos conjuntos. Defensa, defensa, y más defensa. Muy igualado, con muhas alternativas en el marcador, y con la dominación total de Paul George, que se mueve como pez en el agua en estos ambientes. Anoche finalizó el encuentro con 12 puntos, 10 rebotes, y 9 asistencias que, en un partido como este, valen la victoria de tu equipo. Anotó Hill un tiro libre a falta de 1 segundo, y ese fue el desenlace del encuentro, el cual presenció Martin Luther King desde la grada (82-81)

 

Sigamos con el repaso al resto de encuentros de la jornada: los Rockets volvieron (al fin) a la senda de la victoria a costa de un conjunto que siempre está dispuesto a levantar el ánimo a equipos que sufren crisis. Harden sigue tirando como un alevín (5-20), pero le salvan los tiros libres. Anoche anotó 19-21 y terminó el partido con 29 puntos. El que ni está, ni se le espera, es Jeremy Lin, que anoche terminó el encuentro con unos paupérrimos 4 puntos y 3 asistencias. "No estoy jugando como un all-star" decía el otro día. No, no estás jugando como tal, Lin (100-94). También vencieron los Hawks a los siempre enfermos Timberwolves. Con todo el juego interior lesionado, los Wolves tuvieron que jugar una vez más con Stiemsma de titular, lo que propició que Al Horford se fuera hasta los 28 puntos y 10 rebotes, más que suficientes para vencer (96-104). No sufrieron mucho los Hornets, que derrotaron con facilidad a los Kings, a pesar del maquillaje final del equipo de Sacramento (105-114). Los que sí tuvieron una noche dura fueron los Spurs, que derrotaron con muchísimas dificultades a los Sixers, capaces de lo mejor y de lo peor. El descanso fue mano de santo para Duncan, que demostró por qué debería ser considerado el mejor 4 de la historia. 24 puntos y 17 rebotes hizo el animalito con 37 años, absolutamente espectacular (90-85). Por último, en Portland, Batum consiguió un triple-doble (12 puntos, 11 asistencias y 10 rebotes), pero su equipo no consiguió ganar el partido. Es complicado vencer a un equipo que está en un gran estado de forma, como los Wizards, los cuales cuentan con el efecto Wall, que ha contagiado a todos sus jugadores. Anoche fueron Nené y Webster (sí, Webster), los que anotaron 24 puntos cada uno para llevar a su equipo a la victoria. ¿llegarán los Wizards a playoffs? (98-95)