Por si quedaba algún tipo de duda de la clase de jugador que es Stephen Curry, anoche decidió recordarle a los que no lo habían elegido para el all-star lo bueno que es. El joven base de los Warriors se marcó un partido escandaloso, anotando 54 puntos, recogiendo 6 rebotes, y repartiendo 7 asistencias. Unos números al alcance de muy pocos, y que este genio del baloncesto es capaz de realizar. La pega fue que el resto de su equipo no rindió como se esperaba, y eso lo aprovecharon los Knicks, comandados por una actuación del siglo anterior de Tyson Chandler, que terminó con 16 puntos y 28 rebotes, una barbaridad. Por si fuera poco, Carmelo decidió ejercer de jugador franquicia y terminar el encuentro con unos nada despreciables 35 puntos, acompañados de 8 rebotes. Esta fue la guinda a una jornada repleta de encuentros decididos en los últimos segundos, quizá la mejor jornada de toda la NBA (105-109). 

Otro de los encuentros de vértigo de la jornada fue el Milwaukee-Houston, partido que parecía destinado a ir a la prórroga con la igualdad mostrada por ambos conjuntos. Una bandeja de Harden ponía el partido en tablas, pero Monta Ellis decidió redondear una gran noche transformándose en milagro del baloncesto, para anotar un triple impresionante a lo Navarro (alzando una rodilla), y llevar el partido a Milwaukee. Este encuentro nos hace pensar que cada vez se respira más y más el ambiente de los playoffs, y se nota en los duelos entre equipos necesitados, como fue el caso. La derrota de los Rockets le hace un favor enorme a los Lakers, necesitados de ayudas de este tipo para entrar en la post-temporada (110-107). Por si os quedaban ganas de partidos ajustados, tuvimos además una de las mayores sorpresas de la temporada, en forma de victoria de los Suns sobre los Spurs. Fuera de todo pronóstico, el encuentro estuvo igualado todo el rato, en el que un espectacular Jermaine O'Neal decidió rememorar aquellos tiempos en los que era un pívot decisivo para terminar con 22 puntos y 13 rebotes. Por si fuera poco, el señor Wesley Johnson (aquel jugador que apuntaba para estrella en su etapa de la universidad y que desde que llegó a la NBA no ha hecho otra cosa que arrastrarse por los terrenos de juego), anotó un triple espectacular en el último segundo para llevar a su equipo a la prórroga, donde las piernas jóvenes de los Suns hicieron el resto (105-101). Encima, el Nuggets-Blazers también fue un partido de escándalo. Después de una gran igualdad durante todo el encuentro, André Miller hizo una de esas jugadas de perro viejo que tanto le caracterizan y, tras engañar a todo el mundo posteando ante el pívot de turno, se metió entre los brazos del gigante Leonard y anotó una bandeja que Lamarcus Aldridge no iba a ser capaz de responder, con un lanzamiento que no entró por poco. De esta forma, los Blazers dicen prácticamente adiós a la esperanza de los playoffs, mientras que los Nuggets siguen sumando enteros para subir puestos en su conferencia (111-109).