Pocos partidos anoche en la NBA, en el que el más interesante a priori de todos se vio descafeinado por las bajas de Garnett y Lee. Los Knicks hicieron su trabajo a la perfección y derrotaron a los Celtics con gran facilidad, comandados por los 32 puntos de JR Smith y los 29 de Carmelo Anthony. Con esto tuvieron más que suficiente, ya que los verdes no pudieron plantar apenas cara como para hacer algo importante (100-85). El partido grueso de la jornada se disputó en Dallas, donde los Mavericks han decidido ponerle las cosas complicadísimas a los Lakers para alcanzar los playoffs. Se rumoreaba que Chris Paul no iba a jugar para los Clippers, pero al final sí que disputó el encuentro, terminándolo con 33 puntos y 6 asistencias. Pero apareció el de casi siempre, el señor Nowitzki. El alemán terminó el partido con otros 33 puntos, su máximo de la temporada, para llevar a su equipo en volandas hasta la victoria. Lo más increíble del encuentro fue el final del tiempo reglamentario, en el que Mayo y Paul anotaron sendas canastas para mantener el partido igualado. Una decisión polémica después de una canasta espectacular de Blake Griffin que no subió al marcador a falta de 0.6 décimas dejó el encuentro en tablas. Ya en la prórroga, los Clippers se quedaron sin fuerzas y los Mavs aprovecharon para destrozarlos a base de utilizar a Nowitzki a la perfección. Cuidadito con los Mavericks, que peligra la octava plaza de los Lakers… (102-109). Por último, los Wolves ganaron con una facilidad insultante a los Pistons comandados por los 21 puntos de Barea y los 14 puntos y 9 asistencias de Ricky Rubio (105-82).