Solo dos partidos ayer en la jornada de la NBA. Por un lado, pudimos ver la ruptura final de la racha de los Knicks en Chicago. El equipo neoyorquino vendió muy cara la derrota en un partido en el que se marcharon con facilidad en el marcador los Knicks, pero una remontada final entre el tercer y último cuarto pusieron a los Bulls 10 puntos por delante a falta de unos minutos para el final. De la mano de Felton y Smith, Nueva York remontó la diferencia y dos tiros libres de Melo llevaron el partido a la prórroga, después de que el propio Melo y Deng fallaran sus respectivos lanzamientos para desempatar el encuentro. Una vez llegados a la prórroga, los Bulls fueron mucho más equipo de la mano de un Nate Robinson absolutamente espectacular. 35 puntos anotó el pequeño base para liderar a su equipo hacia la victoria y seguir aguantando la quinta plaza un poco más. Por el otro lado, los Knicks tienen ya asegurada la segunda plaza del este, pero ven truncada la racha de victorias que habían cosechado (111-118). El otro partido tuvo mucha menos historia, ya que los Thunder pusieron el modo apisonadora para destrozar a los Warriors. Poco pudo hacer Golden State frente al huracán de Durant. Durantula se fue hasta los 31 puntos, 10 rebotes y 8 asistencias en menos de 35 puntos. Kevin Martin apoyó con 23 puntos. Poco más necesitaron los Thunder, que rompieron completamente el partido en el tercer cuarto (116-97).