Ya solo quedan 3 jornadas. Terminado ya este 27º fin de semana de competición (reducido a sábado, por la festividad de mañana), las cosas van tomando cada vez una forma más definida. Las dudas iniciales debidas a la nueva plantilla de Siena se disiparon ya hace un tiempo. Cantù, a pesar de haber caído derrotada en Milano, parece que ganará el factor pista para los playoffs con todos los equipos menos Siena, en una hipotética final. Valiosísimo premio, sin duda, sabiendo que solo han perdido contra la casi imbatible Siena, en su PalaPianella. Treviso tiene muy bien encarados los playoffs, igual que Avellino y Bologna, pero hay un grupo de 4 perseguidores que les harán sufrir hasta la última jornada, y el calendario puede afectar. Ya más apartada, Cremona está en una posición de poco sufrimiento, y con elevadas dificultades para llegar a la postemporada. Y los que no van a poder respirar tranquilos (o que quizás morirán a la orilla de la salvación) serán Brindisi, Teramo, Biella y posiblemente Montegranaro.

El jueves se jugó el aplazado duelo entre Siena y Brindisi. Éstos compitieron en un emocionante primer cuarto. Esta emoción duró sólo esos 10 minutos. La avalancha sienesa fue de dimensiones considerables. Liderados por un gran McCalebb (parece que estará a punto para la F4) vencieron un duelo sin historia.
Derrota de Cantù en Milano, aunque se mantiene el basketaverage y siguen en la segunda posición. El dominio de los visitantes ha sido notable en la primera parte, y al principio de la segunda, con ventajas de hasta 9 puntos. Pero un excelente segundo tiempo de Mordente (15 puntos, 5/5 en T3) han dado la victoria a los milaneses.
Volvamos a otro partido de Siena, el que jugaron contra Bologna en casa de la Virtus. Este sí fue emocionante durante algún otro rato, nada más y nada menos que hasta la media parte. Luego un brutal parcial de 7 a 24 en el 3r cuarto puso a los boloñeses en su sitio y los dominadores de la competición sumaron otra victoria.
En cambio, en Roma los locales sí que se llevaron el partido. El buen trabajo defensivo contra Caserta tapó las carencias ofensivas propias de los romanos y los 19 puntos de Washington, bien escudado por sus compañeros, fueron suficientes para ganar a los casertanos, que no estuvieron nada acertados en los tiros de campo.
En un duelo de la parte baja de la tabla, Teramo ganó sin dificultades a una Montegranaro cada vez más espesa y en dinámica negativa. El liderazgo en la pista de Fletcher y en el vestuario de De la Fuente, permitió una combinación letal, con la que los locales noquearon a los visitantes que no dejaron ver su verdadero baloncesto.
En Biella, una gran noche de Matteo Soragna no se vio recompensada con una victoria. Los visitantes, la Cimberio Varese, tuvieron en un imparable Slay (20 puntos en los mismos minutos) que supo jugar con sus compañeros gracias a la dirección de Rannikko y el apoyo de Kangur y sobretodo, Fajardo (15 puntos y 16 rebotes).
Los 31 puntos y 49 de valoración de Motiejunas, fueron la clave que decantó la balanza en el partido entre Treviso y Cremona. ¿Por qué razón los visitantes aguantaron tanto, si su juego fue peor? La respuesta está en su asombroso en triples. Pero al final, de forma justa, quien mejor jugó se llevó el partido.
En el duelo entre Pesaro y Brindisi, los últimos visitaban el Adriatic Arena con gran necesidad de victoria. No la consiguieron y certifican prácticamente su descenso. No hay que descartar nada, pero por ahora lo tienen difícil. Destacaron Lydeka y Díaz (17 y 14 puntos) para Pesaro y Dixon y Diawara (19 y 15) para Brindisi.
En Avellino, los locales ganaron ante su afición contra la Dinamo Sassari. La clave estuvo en el trabajo de ataque de Lauwers (27 puntos) y Thomas (23) que encontraron buenas posiciones de tiro gracias a la dirección de Green. Todo el quinteto inicial rival acabó más de 10 puntos pero el banquillo no aportó nada, cosa que causó la derrota.