En un partido bastante diferente a los otros tres que hemos visto a lo largo de estas finales, en el cuarto partido, tanto Cantù como Siena apostaron por un juego bastante más trabado que en los otros duelos. A pesar de que el primer cuarto finalizó con una ventaja de 4 puntos para la Montepaschi, Cantù parecía intentar remontar. No lo consiguió. Un parcial en el segundo tiempo de 11 a 23 para los visitantes parecía sentenciar el partido, y al ir a los vestuarios, las sensaciones eran más de que Siena continuase su paseo que de que Cantù pudiera remontar. Pero por estas cosas, el baloncesto es maravilloso. La Bennet logró desplegar un buen juego a la salida del tercer cuarto, y la ventaja de los verdes se reducía a siete puntos al final de este mismo período. Sin embargo, en el último y definitivo período, Siena comenzó a coger ventaja, y en un intento a la desesperada de remontar, Cantù se puso a presionar la salida del balón tras canasta, y consiguió ponerse a cuatro puntos a falta de pocos segundos para el final: parecía que Cantù podría ganar. Pero un triple decisivo de Shaun Stonerook, que completó un completísimo partido, sumado a la aportación a lo largo del duelo de Bo McCalebb (21 puntos) dio el partido a una Montepaschi Siena (65-69) que, situando el 3 -1 en el marcador de la serie, parece sentenciar las finales que se trasladan el domingo a la Toscana.