La selección española no encontró rival en un anárquico combinado francés que en ningún momento dio muestras del potencial que tiene y echó por tierra gran parte de las apuestas que defendían una mejora de su nivel en los últimos torneos internacionales. La presencia de Pau, determinante en todo momento. Buen debut de Ibaka. España comenzaba su Ruta Ñ-11 en Almería contra una selección de importante cartel, Francia, quien llegaba con 16 días más de preparación y habiendo disputado ya dos partidos amistosos solventados muy fácilmente ante una débil Canadá. Todo parecía indicar que este año el inicio iba a ser más exigente, ya que por fin se empezaba ante un rival serio y no como en las últimas preparaciones, en las que la primeras pruebas de fuego vinieron ante débiles selecciones como Canadá, Cuba o Portugal. Pues bien, nada más lejos de la realidad.

El partido empezó con imprecisiones en ambos equipos, algo normal en este tipo de partidos, y con Francia estrenando el marcador con canasta de Diaw. Ese 0-2 fue el único momento en todo el partido que los galos estarían por delante.

Un inicio fulgurante por parte de los tres grandes líderes de esta selección (Calderón, Navarro y Gasol), daba buena muestra de lo que iba a ser el desarrollo del encuentro. Calderón movía al equipo a su antojo, Navarro, que hoy igualaba a Alberto Herreros como noveno jugador español con más internacionalidades a sus espaldas (172), culminaba dos contraataques consecutivos con sendos triples marca de la casa, y Gasol anotaba canastas de todos las formas y colores posibles, con hasta un triple frontal.

Las brillantes acciones de nuestros hombres más importantes hacían que los franceses empezaran a amilanarse de primeras, con un Parker que parecía con la cabeza en otro sitio y un Turiaf que no sabía que hacer para parar al ‘4’ de color rojo, aunque Francia supo reaccionar cuando entró en escena la segunda unidad de España y con un parcial de 0-7 quería no dar por perdido el partido ya en el primer cuarto, periodo en el que al final del mismo pudimos asistir al esperado debut de la última incorporación española, Serge Ibaka, que nada más salir empezaba dando lo que se espera de él: defensa, rebote... y espectáculo en forma de tapones, que pregunten a Parker y Kahudi si no.

En el segundo cuarto, Sergio Scariolo mantenía a la segunda unidad española, que, encabezada por Ricky Rubio y Felipe Reyes, conseguía aumentar la diferencia en el luminoso. Un Rubio que empezaba desmotrándole a Diot por qué era él el mejor base joven de Europa, y que, con su papel perfectamente asumido, se divertía sobre la pista e intentaba algunas de sus geniales frivolités.

Mediado el periodo, el seleccionador español daba minutos a dos jugadores que están en el punto de mira sobre cuál de ellos será el último descarte: Carlos Suárez y Víctor Sada. El madridista empezó superado por la situación y, con los nervios a flor de piel, sus primeras acciones eran un intento de triple que no tocaba aro y un balón perdido tras rebote ofensivo. El catalán, en cambio, se mostraba muy seguro de sí mismo, con una defensa asfixiante sobre el base rival, una dirección sobria y una valentía en ataque impropia de alguien que se está jugando el puesto. A todo esto, volvía Pau Gasol a la pista y con él otro nuevo arreón en el marcador, con un parcial de 15-2 con él en pista, cerrándose éste con un contundente 45-21 al descanso gracias a un increíble palmeo tras tiro fallado de, quién si no, Víctor Sada.

La segunda parte se convirtió en un puro trámite, que Scariolo aprovechó para probar algunos sistemas y dar algunos minutos a los descartados Rafa Martínez y Xavi Rey, además de Víctor Claver, quien aún no había saltado a la pista y jugaría gran parte de esta segunda mitad con una correcta actuación.

El tercer cuarto se iniciaba igual que el primero. Primera canasta de Francia y a continuación, los hombres importantes de España marcando diferencias en tal que demostraban hambre. Lo único que cambió en este cuarto fue la actitud de Tony Parker, algo más peleón que hasta ahora, aunque curiosamente sus minutos de mayor intensidad coincidían con la defensa que Rubio empleaba sobre él. Cuando nuestro joven baluarte se sentaba, Parker volvía al pasotismo que había instaurado y contagiado a sus compañeros de equipo. Batum andaba picado, Turiaf se desesperaba, Diaw se veía muy solo en ataque, Noah perdido, Gelabale no sabía qué hacer... Con todo esto, el marcador al final del periodo era de 60-38, un periodo en el que España sólo hizo cuando quiso hacer y aún así le bastó para mantener su ventaja.

Empezaba el último cuarto y con él el show de Ibaka. El congoleño nacionalizado español anotaba 8 de sus 9 puntos en este periodo y quería demostrar a todo el mundo a lo que venía a esta selección: gran defensa sobre Turiaf, que sólo fue capaz de ganarle el duelo personal en un par de jugadas, intensidad en el rebote, y mates, el primero con la camiseta roja puesta. Poco más a destacar del último fragmento del partido. España finalizaba con nota su primer partido amistoso con un marcador final de 76-53 y una imagen bastante buena, que deberá ser refrendad en el próximo y primer test serio ante Lituania este sábado.

Podemos terminar con algunas conclusiones acerca de lo devenido en el partido.

· Sada le tiene comida la moral a Suárez, sobre quien vuelven a aparecer críticas de que se achanta en los momentos importantes.

· Francia sigue siendo la selección repleta de talento pero carente de unidad que no atiende a dirigir correctamente Vincent Collet.

· Si Francia no corrige sus innumerables fallos (a descatar pérdidas absurdas por falta de comunicación, manejo de egos, imprecisiones en ataque, anarquía total y absoluta por parte de sus estrellas, etc.) volverá a fracasar otro verano más.

· El último descarte francés está entre Albicy, Traoré y M’Baye.

· El único jugador comprometido de verdad con la selección gala es Florent Pietrus.

· Pau Gasol es imparable en el basket FIBA.

· España llega con hambre después del despropósito de 2010, pero el equipo ha de ser evaluado correctamente en otros partidos de mayor exigencia.

España (76): Calderón (3), Navarro (12), Fernández (0), Gasol (16), Gasol (7) –quinteto inicial – Rubio (2), Reyes (6), Claver (8), San Emeterio (0), Llull (4), Ibaka (9), Suárez (2), Martínez (2), Sada (5) y Rey (0).

Francia (53): Parker (15), De Colo (0), Batum (0), Diaw (8), Turiaf (10) -quinteto incial- Noah (6), Diot (0), Albicy, Traoré, Pietrus (5), Gelabale (9), M’Baye, Seraphin (0) y Kahudi (0).

Parciales del encuentro: 24-13, 21-8, 15-17, 16-15.

Palacio de los Deportes del Mediterráneo, Almería. 5000 espectadores.