Más Opinión: "Filosofía y proyecto" en el baloncesto.
Fecha lunes, 05 de marzo a las 23:41:28
Tema Noticias de Más Opinion


¿Y ahora? MAS – OPINIÓN, una sección fresquita, alegre y libre donde la crítica  y la opinión personal alcanzan su máximo exponente ofreciéndose al público, en forma de artículo o ensayo sobre nuestro deporte, el baloncesto. ACB, LEB, EBA, NBA,  cualquier liga internacional, masculina o femenina, y mucho más, todo es bienvenido en MÁS - OPINIÓN. ¿Te gusta hablar de básquet? ¡Esta es tu sección!, ¿Te gusta criticar? ¡Esta es tu sección!, ¿Te gusta el baloncesto? ¡Esta es tu sección!. Todo el mundo es bienvenido a este espacio donde creemos que cualquier opinión es digna de compartir. Si os gusta la idea, no piensen más y comiencen a escribir, solo deben enviar sus artículos a: jljunquera@masbaloncesto.com y atenderemos el envío, con objeto de su publicación. A continuación os dejamos con este artículo, “Filosofia y proyecto en el baloncesto”, realizado por Alejandro Santana, y que podrán leer en profundidad en “leer más”, no se lo pierdan.



FILOSOFÍA Y PROYECTO.

 

No es extraño encontrarse a veces con equipos que, de una temporada a otra, experimentan grandes bajones o grandes progresos en su juego. Normalmente estos picos de forma, unas veces altos otras veces bajos, se justifican aludiendo o a la pericia del entrenador, o a la calidad de los jugadores. Sin duda ambos factores son importantes y tienen mucho que decir dentro de los resultados de un equipo, pero ni son los únicos, ni, a mi modo de ver, son los más importantes.

El título del artículo deja bastante claro cuáles son esos factores que yo, personalmente, considero más importantes. Filosofía y proyecto. No son palabras elegidas al azar y, a pesar de que en matemáticas se dice que el orden de los factores no altera el producto, su orden ha sido escogido cuidadosamente. Algunos considerarán ambos términos, baloncestísticamente hablando, como casi sinónimos, otros pensarán que el orden no importa y muchos creerán que el orden adecuado es el inverso.

Desde mi punto de vista cada club, da igual la categoría, y cada entrenador, deben tener una filosofía en cuanto a formación, estilo de juego y valores perfectamente definida. Debo saber lo que quiero y como lo quiero para poder conseguirlo. Una vez como club he definido dicha filosofía comienza el proyecto, un proyecto del que cuerpo técnico y jugadores serán brazos ejecutores. La lógica dicta pues que contrate al mejor cuerpo técnico posible, dentro de esa filosofía que quiero imponer en mi club, y asimismo que traiga jugadores capaces de llevar a cabo ese estilo de juego que quiero imponer en mis equipos y que representen los valores que busco como institución. Creo que hasta aquí todo está claro y coincidimos, es algo bastante sencillo pero que no siempre se hace.

El problema viene cuando el proyecto impone la filosofía. Dejamos al lado nuestras señas de identidad y lo apostamos todo al entrenador ganador. Le damos plenos poderes, que él imponga su sistema, ese con el que gana, que él elija sus colaboradores y también a sus jugadores. Mientras este entrenador gana, nadie se cuestiona sus métodos ni si eso es lo mejor para el club a largo plazo o no, importa que gana, nada más. Pero cuando este entrenador se marcha o comienza a perder nos encontramos de frente con ese problema que estábamos escondiendo bajo las victorias. Se ficha a un nuevo entrenador, uno bueno también por supuesto, otro que gana, que es lo que importa. Muchas veces ese entrenador tiene una filosofía totalmente distinta a la de su antecesor y se produce la ruptura.

Un nuevo proyecto, una nueva filosofía. Esto supone que de nuevo el estilo de juego cambiará, los jugadores tendrán que adaptarse a él, los que continúen claro, este nuevo proyecto implica también nuevos jugadores, y este cambio, para mí, supone un paso atrás, en lugar de seguir por la senda del camino andado, volvemos hacia atrás y tomamos otro.  Si por el contrario imponemos una filosofía, un estilo, un método de trabajo y elegimos a un entrenador que comparta esas mismas ideas, da igual que este se marche o pierda, si su sucesor comparte también esa filosofía y esa metodología no hará falta volver atrás y coger otro camino, si no que seguiremos andando el mismo.

Si hablamos de Joventut de Badalona todos asociamos rápidamente el club catalán a su cantera y a su juego de contraataque. Si por el contrario nombramos a Manresa lo que nos viene a la cabeza es la férrea defensa y el orden en ataque. Si el nombre que pronunciamos es el de Baskonia nuestra mente automáticamente piensa en el carácter y sacrificio y ese jugar con mucho bloqueo directo central. Y así tenemos numerosos ejemplos de distintas filosofías y de proyectos entregados a esas filosofías. Pase lo que pase esta temporada hay un 90% de posibilidades de que esos equipos sigan jugando el mismo baloncesto que en esta, independientemente de la continuidad de sus entrenadores ¿De cuántos equipos más se puede decir eso? ¿Si echan a Laso seguirá el Real Madrid jugando igual o volverá al “proyecto Messina” o al “proyecto Plaza”? ¿A qué baloncesto juega el Valencia Basquet (rápido, lento, estructurado,…) y cuántos entrenadores lleva en tres años?.

Lamentablemente el poner la filosofía al servicio del proyecto lo único que provoca es que cambiemos tanto de estilo de juego como de entrenador y esa es la causa de que un equipo, con la misma plantilla prácticamente, un año esté arriba y al otro en mitad de la tabla. Porque si yo quiero jugar a correr no puedo tener de pareja interior a Schorsianitis y Kosta Perovic, pero a lo mejor, si quisiera jugar más estructurado y lento, me convendría tenerlos. Por eso hay equipos que, aunque se les presupone cierto potencial no terminan de arrancar, porque sus jugadores no terminan de aclimatarse nunca a un sistema de juego que varían al poco tiempo y porque no les resulta fácil cambiar de rol dentro del equipo.

A la larga siempre será mejor tener una filosofía, con un único proyecto que vaya creciendo gracias al trabajo de varios entrenadores, que varios proyectos inacabados. Con la primera opción acabaremos llegando más lejos en el camino, aunque nuestro sendero sea más difícil. Con la segunda recorreremos muchos caminos, pero en ninguno llegaremos tan lejos. Las victorias de hoy pueden pesar mucho mañana, pero si trabajamos correctamente a lo mejor dos derrotas hoy nos dan cuatro victorias en el futuro. O quién sabe, a lo mejor tenemos suerte y desde el principio nuestra filosofía y nuestro proyecto nos dan los resultados que esperábamos, en ese caso no te apartes del camino y sigue andando.

 

Fuente: Alejandro Santana (Más Baloncesto)







Este artículo proviene de Más Baloncesto
http://www.masbaloncesto.com

La dirección de esta noticia es:
http://www.masbaloncesto.com/modules.php?name=News&file=article&sid=3346