Siena con una extraordinaria facilidad se ha clasificado por la vía rápida para disputar una final de la LEGA, que si no cambian mucho las cosas, parece que se adjudicará. En cambio, Pésaro ha hecho valer el factor campo. En el Adriatic Arena los Jones, Hickman, Hackett y compañía se hacen fuertes, y pueden haber metido el miedo en el cuerpo del equipo de Scariolo, que intentará liquidar la serie en cuatro partidos, al no haberlo podido hacer en tres.
Banco di Sardegna Sassari 64 – 79 Montepaschi Siena
Primer matchball de la serie, que Siena ha aprovechado a la perfección. 3-0 para los de Pianigiani y directos hacia la final. Bo McCalebb, con un espectacular primer cuarto (12 puntos) lideró a los de Siena y con su increíble actuación demostró que es, muy probablemente, el mejor base de Europa, controlando el tempo del partido, y también repartiendo juego. En el segundo período, fue Rimantas Kaukenas, con 8 puntos, creándose susi tiros, quien cogió el testigo del ‘macedonio’. Siena dominaba a placer, y los aficionados de Sassari querían ver más competición, querían ver a su equipo plantando cara, aunque estuviesen perdiendo ya 28-44 a la media parte. Y en la segunda, lo hicieron, pero no fue suficiente. Siena ya tenía una ventaja importante y no la iba a desaprovechar, y los 18 balones perdidos y el poco acierto de los locales en el tiro, especialmente de Drake y Travis Diener (claves en cuartos de final, desaparecidos ahora gracias a la defensa de Siena) dio este tercer partido a una Siena que se planta a la final, y espera rival con toda la calma del mundo y pudiéndose preparar bien.
Scavolini Siviglia Pesaro 85 – 77 EA7 Emporio Armani Milano
Milano, en cambio, no ha podido aprovechar el primer matchball que se le presentaba, por la confianza que tiene Pesaro cuando juega en casa, en un Adriatic Arena a rebosar. Si bien varios jugadores de Milano alcanzaron las dobles cifras en anotación y el juego de los de Scariolo fue más que aceptable, los de coach Luca Dalmonte estuvieron al nivel de la eliminatoria con Cantù: con las piernas muy frescas, jugando un baloncesto quizás individualista, pero muy efectivo y rápido. La victoria se consolidó en los cuartos segundo y tercero. Una reacción milanés tras el paso por los vestuarios hubiera puesto el partido muy emocionante, pero a pesar de intentarlo, Pesaro dominaba a placer. Con ello, y a pesar de que al final Milano intentara disminuir la gran desventaja, no pudo ganar, y Ricky Hickman, con 20 puntos, fue decisivo para dejar la serie en el Adriático por un partido más.
