El Olympiakós se proclama campeón de la liga griega.
Fecha domingo, 03 de junio a las 15:40:01
Tema Noticias de la HEBA


El Olympiakós conquistó la décima liga de su historia al imponerse en el quinto partido de la final al Panathinaikós por 82-76. De la mano de un colosal Vassilis Spanoulis el equipo del Pireo recupera el trono tras quince años de sequía. El quinto partido de las finales no defraudó. Como en todos los partidos de la serie, el Olympiakós empezó muy serio el choque y Spanoulis tomó el mando de las operaciones. Los locales, con su baloncesto rápido y nada especulativo, hacían vibrar a los 14.000 seguidores que abarrotaban el Palacio de la Paz y de la Amistad. El PAO defendía mal y no cerraba el rebote defensivo, un problema endémico a lo largo de toda la serie. A Dorsey, Hines y Antic se sumaban Papanikolau y Printzesis, que luchaban cada balón por difícil que estuviera. Diamantidis no tenía el día y Batiste, el único que podía en ataque contra los atléticos pívots rojos, cometía tres faltas personales. Fue Nick Calathes el jugador más acertado de los visitantes, que hizo su mejor partido de la temporada. Ni Smith ni Bougioukas aportaron nada, con lo que Kaimakoglou y Batiste gozaban de poco tiempo de descanso. Los de Obradovic han seguido el mismo patrón de juego en los cinco partidos, con momentos de baloncesto brillante y momentos de descontrol, con pérdidas de balón absurdas. Esa manera de jugar, a tirones, no es propia de un equipo de Obradovic, cuya seña de identidad siempre ha sido el ritmo y el control del tiempo.



El PAO no se sentía cómodo y Diamantidis se fue al descanso con sólo 2 puntos anotados. El Olympiakós se escapó de la mano de Spanoulis, Papanikolau y Printzesis, que de nuevo hizo diabluras en el poste bajo. Mantzaris frenó en defensa a Diamantidis y Law supo leer bien la defensa contraria aportando el ritmo necesario. Stratos Perperoglou y Nick Calathes desde el exterior mantenían a los suyos en el partido a la espera de que apareciesen Sato o Jasikevicious, desquiciados ayer. Una técnica a Obradovic por protestar calentó el ambiente y Saras se encaró con Calathes. El Olympiakós se escapó de 16 puntos a un minuto del descanso. Un triple de Perperoglou sobre la bocina dejó el marcador en 48-36 al descanso. El PAO salió muy convencido de los vestuarios y endosó un parcial de 0-11 que casi igualó el choque. Un tiro libre de Hines, un triple de Sloukas y otro de Law cortaron la racha negativa de los del Pireo, que volvieron a tomar la iniciativa. Aunque Calathes ya no anotaba de tres ni penetraba, era Diamantidis quien jugaba y Batiste, Kaimakoglou y Perperoglou quien ejecutaban. A pesar del mal inicio de cuarto, el Olympiakós se impuso también en el tercer parcial (22-20). Descontento con Bougioukas, Obradovic puso a Maric, que anotó 6 puntos y sacó 5 faltas en los apenas 10 minutos que jugó. Fue el recambio que el PAO necesitaba porque Batiste seguía coleccionando faltas. Fruto de una notable mejoría en defensa con manos muy rápidas, el PAO consiguió volver a entrar en el partido. A los dos minutos del último cuarto, Maric, Diamantidis y Kaimakoglou ya se iban al tiro libre gracias al bonus. A los jóvenes valores griegos parecía pesarles la responsabilidad. Fue entonces cuando Spanoulis agarró la bola y “se la quedó”. Enchufó dos triples letales y dio al equipo la tranquilidad que necesitaba. Un último arreón verde colocó a los de Obradovic a solo 4 puntos con 2 minutos por jugar. Un rebote largo que cazó Papanikolau tras un lanzamiento forzado y que a la postre acabó con un mate de Printzesis puso la puntilla a la final. Los intentos triples de los visitantes, incluso 4 en una misma jugada, fueron estériles y acabaron por desesperar al banquillo, que pedía faltas sobre Lázaros Papadopoulos para que se fuera al tiro libre. Después de 15 años, el Olympiakós se proclamó campeón con toda justicia. En rueda de prensa Obradovic no desveló cuál sería su futuro aunque afirmó que su intención es quedarse. El hecho de que la familia Gianakopoulos siga en el club la temporada que viene puede ser definitivo para la renovación. El serbio reconoció la superioridad del rival y felicitó al Olympiakós. Dimitris Diamantidis comentó que el PAO era un gran club pero que no se podía ganar siempre. Lamentablemente, la rueda de prensa no pudo concluirse porque algunos energúmenos se colaron en la sala y empezaron a lanzar objetos sobre el capitán verde. Dusan Ivkovic, rebosante de felicidad, declaró a pie de pista que los resultados son fruto del trabajo. En lo que respecta a un posible cambio de ciclo en Grecia, Ivkovic se mostró muy respetuoso con su ahijado y con el rival, al que sigue considerando el enemigo a batir la temporada que viene.

Olympiakós-Panathinaikós 82-76 (24-20 / 24-16 / 22-20 / 12-20). Hines (4), Law (10), Antic (3), Spanoulis (24), Dorsey (4), Keselj (5), Papadopoulos (1), Gecevicious (2), Printzesis (14), Papanikolau (8), Mantzaris (4), Sloukas (3). Maric (6), Perperoglou (11), Batiste (7), Logan (0), Sato (3), Tsartsaris (1), Diamantidis (13), Bougioukas (4), Calathes (17), Smith (0), Kaimakoglou (10), Jasikevicious (4).







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