Dicen que el baloncesto es un deporte muy especial porque por muy mal que lo hagas durante el 90% del tiempo si en el resto lo bordas, puedes llevarte el gato al agua. Pues tal cual, el Real Madrid dominó el partido durante tres cuartos y medio, llegó a colocarse 17 arriba pero al final, el vencedor con un triple casi desde medio campo de Marcelinho ha sido el Barca (81-80). La línea que separa el éxito del fracaso era más fina que nunca. Esta fiesta fue vivida en el Palau Blaugrana por 6.377 espectadores. Una cifra muy baja para una final de este calibre. La victoria del Barca va a suponer un subidón de moral generalizado que tanta falta hacía en un ambiente tan crispado cómo el que se ha visto hoy entre los jugadores y técnicos locales. Si el Real Madrid no llega a perder este partido en los últimos diez minutos, la Liga Endesa ya estaría sellada. El partido un éxito que espero que mañana y sobre todo en los próximos prime time de La 1 se vean respaldado con las audiencias. El desarrollo del encuentro tras el salto.
Ambos equipos comenzaron buscando el juego interior. Fran Vazquez y un acertado Lorbek por el lado blaugrana y un enchufadísimo Ante Tomic peleaban por el dominio en la zona. La victoria fue para este último que acabó el primer cuarto con ocho puntos. El primer triple del partido vino de la mano de Juan Carlos Navarro que salió desde el banco. El equipo catalán entró en bonus a falta de tres minutos y medio, Kyle Singler fue quien más aprovechó este factor, al terminar los diez primeros minutos era el máximo anotador con nueve puntos. Aunque la tensión era máxima, los puntos anotados por el Real Madrid fueron muchos (15-20).
El segundo cuarto comenzó de la misma manera, buscando el juego interior y forzando penetración para doblar de nuevo a los pívots. Navarro se emparejaba con Sergio Rodríguez y Sada con Carroll para intentar evitar la sangría de este último. Lorbek seguía haciendo daño en el juego interior con el clásico gancho de derechas hacia interior. Tres triples (dos de Carroll y uno de Mirotic) dejaron un parcial de 2-11 favorable para los blancos. El barca andaba crispado tanto en ataque como en defensa, los bloqueos directos no salían y Pascual se estaba quedando afónico de tanto gritar. Al descanso, seis de ventaja para los blancos, 37-43.
Un triple de Navarro inició el tercer acto. Mera ilusión. Otro parcial para el equipo de Laso (4-13) dejaba contra las cuerdas a un Barca muy flojo e inactivo en defensa. Xavi Pascual seguía con su particular travesía de críticas hacía los árbitros. Un silbato sonó, todos los jugadores se pararon menos Jaycee Carroll que robó la pelota para que su equipo sumara dos puntos con un mate de Llull. El sonido provino del púbico. Xavi Pascual no cabía en sí mismo. Para colmo tras un tapón de Mickeal y un rebote trabajadísimo de Fran Vázquez pitan técnica a Wallace para volver hacer caer a los blaugranas. A todo esto Navarro comienza a entonarse con diez puntos sólo en este cuarto. Si había alguien que pudiera salvar esta debacle ese era él.
Navarro anota un triple, Carroll responde con otro. Así comenzaban los últimos diez minutos. Y yo en mi sillón sin poder quitar la vista del televisor derramándome todo el refresco encima. Espectáculo en el parqué. Cuando el Barca se hundía porque Navarro y Lorbek no podían evitar el choque apareció Pete Mickeal. Lideró a su equipo en los instantes finales para devolverles la ilusión. Ilusión que culminó Juan Carlos para igualar el partido a 78.
Los últimos 28 segundos del partido para ser analizados al detalle. Sube la pelota Llull, Pascual decide no hacer falta sabiendo que quedarán muy pocos segundos para un siguiente ataque. Opción muy arriesgada. El Real Madrid agota el tiempo como es normal pero con un triple fallido de Llull. Eidson coge el rebote, se la pasa directamente a Marcelinho con menos de tres segundos por delante. Se recorre la pista en segundo y medio para levantarse casi desde medio campo para tirar mientras todos suspiraban al ver como ese triple entraba con tablero. Este deporte mágico también tiene mucha importancia las decisiones tácticas. Xavi Pascual hubiese recibido mil y una críticas por no haber hecho falta si la acción individual del brasileño no hubiese sido acertada.
El próximo viernes todos atento a La 1 en el horario de máxima audiencia, las diez de la noche. Los cuatro partidos que espero que nos queden serán todo un espectáculo que ningún buen amante de este deporte debería perderse. Ahora me quedo con una duda para los próximos partidos y la importancia de los entrenadores. ¿Qué es más difícil? ¿Decirles a tus jugadores que lo hicieron bien aunque perdieran o decirle que lo hicieron mal aunque ganaran?
