¡Fiesta en Siena! La Montepaschi ganó su sexto scudetto consecutivo con un grupo de jugadores irrepetibles y con las incógnitas de cuáles seguirán jugando la temporada que viene. En cualquier caso esto dejaremos que nos lo diga el verano, con los respectivos movimientos de mercado. El partido empezó equilibrado, los dos equipos sabían a lo que iban. Siena, a ganar el campeonato, y Milano, a forzar otro matchball para Siena y demostrar cuántos más era capaz de ganar. No consiguió resistir. Mancinelli comenzó muy bien, con 10 puntos y liderando a su equipo, pero Siena es mejor y con el trabajo ofensivo de Lavrinovic resistía y acababa el primer cuarto un punto arriba en el marcador. Pero el segundo y tercer períodos fueron otra historia, la historia que decidió el campeonato para los de la Toscana. En estos dos cuartos  Siena funcionó como una máquina perfectamente engrasada. Antes del descanso, Nikos Zizis asumió la responsabilidad anotadora anotando 10 puntos en el segundo cuarto, mientras que en el tercer período, fueron Bo McCalebb con su extraordinario buen hacer, y Lavrinovic otra vez, dominando en el poste, que situaron a Siena a 10 minutos de ganar el campeonato con una ventaja muy cómoda, de 19 puntos: 63-44. No obstante, Milano es un equipo con orgullo propio y en el último cuarto batalló duramente, y gracias a los 13 puntos de Malik Hairston en este período, redujo la diferencia a los 11 puntos finales, pero perdió la Final, una vez más, para Siena.