La jornada de Reyes trajo diez partidos en forma de regalo para los seguidores de la NBA. Entre los partidos podemos destacar la nueva fractura de la mano de Kevin Love, que llevó a los Wolves a la derrota frente a Portland, que sigue cogiendo posiciones en la carrera por los playoffs. También asistimos a la paliza que le regalaron los Clippers a Golden State para continuar recuperando sensaciones tras las dos derrotas consecutivas, y el triple-doble de Rondo (llevaba tiempo sin hacer uno) en la victoria de Boston sobre Atlanta.
Los Celtics se llevaron el partido en Atlanta gracias a que, al fin, sus estrellas decidieron jugar al baloncesto que mejor saben hacer: el defensivo. Además, Paul Pierce anotó 17 de sus 26 puntos totales en el tercer cuarto para derribar una barrera de 15 puntos de déficit que tenían de colchón los Hawks. El parcial fue de 33-9, una barbaridad, vaya. Además, Rondo consiguió su segundo triple doble de la temporada, con 14 puntos, 11 rebotes y 10 asistencias (89-91)
Además, los 40 puntos de Carmelo Anthony ayudaron a la victoria de los Knicks contra los Orlando Magic, que alcanzan su octava derrota consecutiva en liga. El partido estuvo igualado hasta que JR Smith y Carmelo Anthony, con sendos lanzamientos desde la línea de tres, finiquitaron el encuentro. Una pena lo de Orlando, ya que han demostrado que son un equipo luchador con creces que ha sufrido la lesión de su estrella, Glen Davis. Si las cosas no fueran así, otro gallo cantaría… (114-106)
Los Rockets de Harden, que consiguió 29 puntos y 7 robos (su máximo de la carrera) lograron una victoria ante los Cavaliers, en los que Irving logró, como siempre, una anotación altísima (30 puntos). Sigue sin ser suficiente la ayuda del pobre chaval, que poco más puede hacer para arrancar una victoria a algún equipo. No necesitaron los Rockets un buen partido de Asik, que se dedicó a arrastrarse por la pista cual alma en pena, y alcanzó solo los 4 puntos y 4 rebotes. Pero encontró un buen sustituto Houston en Greg Smith que, en los 26 minutos que jugó, anotó todos los tiros de campo que intentó (excepto los tiros libres, eso es otro cantar) y terminó con un doble-doble de 11 puntos y 11 rebotes (112-104).
En el resto de partidos pudimos ver las palizas de los equipos líderes a sus respectivos rivales: en Brooklyn, destrozaron sin piedad a los pobres Kings. Los Nets consiguieron la friolera de 6 jugadores entre 14 y 18 puntos, una barbaridad (113-93). Los Spurs hicieron lo propio con los 76ers después del descanso que supuso el encuentro contra los Knicks, en el que poco pudieron hacer. 20 puntos de Parker y 19 de Ginobili desde el banquillo para conseguir una victoria fácil (109-86). Denver derrota sin problemas a los Jazz que, como digo siempre, lejos de su querido pabellón de Salt Lake no son tan temibles. Gallinari se fue hasta los 26 puntos y Kenneth Faried logró 15 y 10 rebotes, frente a los que poco pudieron hacer los jugadores de Utah (110-91). El correctivo más duro se lo llevaron los Warriors, después de su racha de buen juego y su victoria el miércoles pasado frente al mismo equipo. Esperaban otra cosa los de Oakland, pero se encontraron con un equipo durísimo y con Chris Paul, de nuevo, en modo estelar (27 puntos y 9 asistencias en 28 minutos). Además, contaron con 7 jugadores en dobles dígitos, un lujazo que pocas plantillas se pueden permitir (89-115). Por último, en los tres encuentros restantes, victoria de Indiana gracias a los 20 puntos y 15 rebotes de Hibbert (80-95), Eric Gordon vuelve a sentirse estrella logrando un triple a falta de 5 segundos de la prórroga para derrotar a los Mavericks (99-96) y los Wolves pierden otro encuentro más, esta vez frente a los Trail Blazers, en los que Claver se fue hasta la friolera de 5 puntos (nótese la ironía). Minnesotta sigue sufriendo los estragos de tener una enfermería al completo. Poco más puede hacer el malabarista Adleman para conseguir una victoria (102-97)
