Ayer se pudo ver quiénes son los reyes de la conferencia oeste. En un enfrentamiento duro entre Clippers y Oklahoma, en casa de los primeros, los Thunder finiquitaron el partido con una facilidad enorme. Hay que tener en cuenta que en los Clippers no jugó Chris Paul, pero eso no quita que la profundidad de banquillo de los Clippers no sirviera para nada en ningún momento, y menos si en el lado contrario tienes a un Kevin Durant desatado. Además, también se pudo ver la victoria sencilla de los Pistons frente a los Magic, y las victorias un poco más peleadas de Milwaukee y Cavaliers ante Philadelphia y Boston, respectivamente. Que va a ser el MVP de la temporada es algo que muy pocos discuten a estas alturas. Cuando coge la racha, gana el partido, y cuando no la coge, sabes que terminará cogiéndola. Ese es el resumen de un día de trabajo para Kevin Durant. Anoche el rival eran los Clippers, que se habían mostrado implacables hasta el momento, pero daba igual. Daba igual que no estuviera Chris Paul, porque si hubiera jugado el partido posiblemente no habría podido hacer nada ante semejante huracán. Llegó al descanso con 8 puntos, y parecía que le costaba entrar en juego pero, rememorando los playoffs de la temporada pasada, en los que demostró ser un jugador de segundas partes, anotó 24 puntos en la segunda mitad, incluída una racha de 10 puntos seguidos cuando más estaba sufriendo su equipo. Finalizó el encuentro con 32 puntos y una sensación de superioridad sobre el resto de jugadores de la NBA apabullante. Veremos si cuando vuelva Paul cambian las tornas (109-97). En el otro posible encuentro de playoffs, en el que se enfrentaron dos equipos que pelearán seguramente por la última plaza del este, los Bucks vencieron a Philadelphia haciendo valer su ventaja de campo en esta ocasión. Anoche fue Ilyasova el que se transformó en jugador de baloncesto y consiguió 27 puntos y 16 rebotes (cuando este jugador está motivado se convierte en un peligro para cualquier defensa, una pena que normalmente pertenezca al grupo del cazo-mix, como diría el fallecido Andrés Montes). Además, los gemelos peligrosos jugaron un gran partido (43 puntos, 17 asistencias entre los dos monstruos),  y ante eso poco pudieron hacer los Sixers, que siguen desinflándose poco a poco, lamentando el traspaso de Bynum cada día que pasa (102-110). En el resto de encuentros de la jornada, los Celtics sufrieron otro huracán, en este caso el de Kyrie Irving. Cuando este chaval se pone a anotar, es imparable. Ya es uno de los mejores bases de la liga pero, a este paso, es imposible pensar en su techo como jugador. Anoche liquidó con 40 puntos a los Celtics con 11 puntos en el último cuarto, en los que demostró una fuerza y saber estar en la pista increíbles para un chico de su edad (90-95). Además, los Pistons derrotaron con facilidad a los Magic gracias a los 18 puntos de Knight y los 16 y 6 rebotes de Greg Monroe (90-105)