Se rompió la racha de los Celtics. Tuvieron que ser los Bobcats, de la mano de un Byron Mullens brutal los que terminaran con las siete victorias consecutivas de los Celtics, que vendieron muy cara su piel. También vencieron los Nets, después de su racha negativa, victoria que tiene doble mérito puesto que fue en Indiana, donde los Pacers son temibles. El enfrentamiento directo más interesante de la jornada fue el San Antonio – Chicago, que se saldó con una victoria muy sencilla de los pupilos de Popovich. En el resto de partidos, victorias de Atlanta, Minnesota, Washington, Clippers y Nueva Orleans.

El partido más trascendente de la jornada fue el que enfrentaba a Charlotte y Boston. Tras derrotar a los equipos más duros de la competición, tuvo que ser uno de los peores conjuntos, los Bobcats, los que derrotaran a los Celtics. Destacó en el encuentro Mullens, que se marcó uno de esos partidazos que su calidad le permite, pero que no hace todos los días. Terminó con 25 puntos y 18 rebotes, ojalá jugara así siempre (91-94). En Indiana, los Nets ganaron un partido complicadísimo, que necesitó de una prórroga y todo, aunque el resultado pueda decir que se jugó menos tiempo de lo normal. Johnson anotó a falta de 13 segundos para llevar el encuentro a la prórroga, y en ella los Nets comenzaron con un parcial de 9-3 que los Pacers jamás lograrían remontar. Destacaron Lopez y Evans, con 25 puntos el primero, y 22 rebotes el segundo. Si algún día se permite la fusión de cuerpos, estaríamos hablando del mejor pívot de la historia, pero dejemos de soñar (89-84). En Chicago, los Spurs hicieron posible lo imposible. Jugando sin Parker, Duncan y Ginobili, San Antonio se merendó a los Bulls con una superioridad insultante. Da auténtico pánico la profundidad de banquillo de la que gozan los Spurs, muy por encima de cualquier plantilla de la NBA. Anoche fue Leonard el que, con 26 puntos, terminó con la resistencia de Chicago, que sigue esperando a Rose con los brazos abiertos (103-89). También vencieron con facilidad los Clippers, que demostraron ante los Sixers por qué son tan superiores a la mayoría de conjuntos de la NBA. Encarrilaron el encuentro desde el primer cuarto, con Paul y Griffin como estiletes (21 puntos y 11 asistencias para el primero, y 20 y 9 rebotes para el segundo). Los Sixers demostraron una vez las dificultades que sufren para anotar, y lo difícil que les resulta vencer a conjuntos que llegan a los 100 puntos con facilidad (107-90).

En Cleveland, los Wolves vencieron a los Cavaliers haciéndose valer del gran estado de forma de Rubio, que sigue cosechando un doble-doble tras otro. De esta forma, rompieron una racha de 8 derrotas, una pena porque este equipo con la enfermería vacía habría sido un gran candidato a playoffs. Ridnour anotó 13 de sus 21 puntos en el último cuarto para conseguir un colchón de 9 puntos que jamás iban a poder recuperar los Cavs. Además, Rubio acompañó con 13 puntos, 10 asistencias y 5 robos (100-92). Atlanta derrotó también a los Mavericks, que parecen perder del todo el tren de los playoffs. Fue un partido igualado, pero los 26 puntos y 13 rebotes de Smith, acompañados por los 21 y 10 de Horford, provocaron un auténtico destrozo en la zona de Dallas (105-101). Por último, Nueva Orleans venció con facilidad a los Pistons, en un auténtico partidazo de Anderson, que terminó con 31 puntos (105-86), y los Wizards derrotaron también fácilmente a los Bucks, que perdieron una oportunidad importantísima para acercarse a la séptima plaza, en manos de los Celtics actualmente. Bradley Beal se marcó un partidazo acorde a su calidad, y lo hizo desde el banquillo, con 28 puntos y un 10/17 en tiros de campo (102-90)