Los Lakers dan un paso de gigante en su carrera por los playoffs. Parece que, finalmente, Kobe y compñía han decidido ponerse las pilas y dejarse a un lado las jugads de patio de colegio. Ahora, después de muchos meses de competición, Los Ángeles, con el señor Bryant como estilete, se colocan definitivamente en la pomada por la entrada a los playoffs. Ahora mismo están a dos victorias de Utah y de Houston, y el calendario que les espera es mucho más amigable que el de los conjuntos a los que van persiguiendo. Además, la noche de ayer nos dejó el espectacular partido de Joakim Noah, ese hombre que juega en serio hasta los all-star, que terminó el encuentro con un triple-doble de 23 puntos, 21 rebotes y ¡¡11 tapones!!, dándole a su equipo la victoria ante los Sixers. Por último, los Clippers demostraron por qué son aspirantes claros al anillo, y lo hicieron derrotando a los Pacers en Indiana con un Chris Paul absolutamente espectacular.
Comencemos el repaso con el Lakers-Timberwolves. El partido en sí tuvo historia hasta el tercer cuarto, en el que un arreón de los Lakers comandados por Kobe Bryant puso la diferencia por encima de los diez puntos. Encima, Pekovic se lesionó, y se une a la amplísima y poblada nómina de jugadores de los Wolves que necesitan los cuidados de un fisio. Deberían plantearse dejar la franquicia y montar un hospital, ¿Qué les da Rick Adelman de comer a estos chicos?. El que sí rindió al máximo fue Rubio, que se está marcando una segunda mitad de temporada espectacular. El joven base catalán terminó el encuentro con 13 puntos, 8 rebotes y 13 asistencias, números que ha estado repitiendo con frecuencia en los últimos encuentros. Cuidado con Ricky la temporada que viene, que a nadie le extrañe que llegue a algo más que a los concursos de habilidad... (94-116).
En el otro partidazo de la jornada, los Clippers derrotaron a los Pacers en un partido con un aroma especial a playoffs. Ambos equipos son sabedores de sus posibilidades para conseguir el anillo, y por ello salieron a la pista para competir al máximo por la victoria. Fue un encuentro de tanteo, con los dos conjuntos intentando imponer su estilo de juego. Hay que recordar que los Pacers jugaban sin Hibbert, sancionado por la liga tras su pelea con David Lee. Después de remontar el partido en los últimos minutos del partido, Indiana vio cómo apareció el de siempre: la diferencia de los Clippers con y sin Paul es que con Paul no puedes llegar a un final igualado. Cuando el pabellón parecía una olla a presión, con George anotando como no había hecho en todo el partido, decidió salir el que para muchos es el mejor base de la competición. Cogió la pelota y jugó con todo el rival que se le ponía por delante hasta anotar en bandeja sencilla. Es insultante la superioridad que tiene este chico sobre el resto de jugadores de la NBA, no hay nadie con un manejo de balón tan espectacular (99-91).
El último encuentro que nos queda por repasar es el Philadelphia-Chicago. Ayer era la noche de Joakim Noah, que desplegó todas sus virtudes al máximo para terminar el partido con 23 puntos, 21 rebotes y 11 tapones. Hacía siglos que no se veía un partido así, desde los tiempos de Mutombo o de ese jugador al que nos recuerda tanto llamado Dennis Rodman. Impresionante encuentro del francés, que se hizo un rancho en ambas zonas para recoger todos los rebotes que caían del cielo y, por si fuera poco, se transformó en un auténtico muro defensivo que nadie podía superar. Una y otra vez, los jugadores de los Sixers se estrellaban en los largos brazos del pívot y, por si fuera poco, anotó con gran fluidez durante todo el encuentro. ¿Qué más se puede pedir? De esta forma, los Bulls consiguen calmar un poco las cosas tras su racha de derrotas, generada por las dudas de la vuelta de Derrick Rose esta temporada, mientras que los Sixers se borran definitivamente de la carrera de los playoffs, dejando a los Bucks como único candidato, a no ser que a los Raptors les de por volver a jugar al baloncesto (82-93)
