Al borde del K.O.
Fecha martes, 14 de mayo a las 15:14:17
Tema Noticias de la NBA


Imposible para Chicago. No hay forma de derrotar a unos Heat que tienen la lección aprendida desde el primer encuentro de la serie. Anoche el juego de los Bulls fue un auténtico cortocircuito, personificado perfectamente en el 0/12 en lanzamientos de Nate Robinson, que se quedó en 0 puntos. Chicago solo fue capaz de anotar 65 puntos, incluídos 9 de ellos en el tercer cuarto (la peor anotación de la franquicia en un cuarto de playoffs en la historia). Los Heat no necesitaron hacer prácticamente nada, ya que los Bulls se mostraron completamente exhaustos, pidiendo a gritos unas vacaciones de una vez. Miami no tuvo demasiada fluidez en ataque, pero comparados con el ataque de Chicago, fueron una auténtica apisonadora. LeBron fue el mejor de los Heat con 27 puntos, 7 rebotes y 8 asistencias. En el resto de partidos de la serie, James tardaba demasiado en empezar a anotar puntos, pero ayer no fue así, ya que contribuyó desde la primera canasta de su equipo. También jugó una gran primera parte Chris Bosh, pero se fue diluyendo poco a poco y terminó con 14 puntos y 6 rebotes. El 3-1 en la serie parece una diferencia insalvable para Chicago, que sigue viendo a Rose dejarse las palmas de las manos aplaudiendo, mientras su equipo se deja la salud partido tras partido (88-65). En Memphis vimos la misma historia de siempre. Partido igualado a falta de tres minutos, con cuatro puntos de ventaja para los Grizzlies. Aparece Fisher, como siempre, con un triple que acerca a los de OKC a un solo punto y, desde ahí, se acabó el partido para los Thunder. Les ha ocurrido exactamente lo mismo en dos encuentros diferentes. Dejan de anotar cuando el encuentro pasa la barrera de los 2 minutos. Así, es completamente imposible que los Thunder puedan arañarle algún partido más a los ositos, que se están mostrando intratables en los minutos finales del encuentro. Todo lo contrario Durant, que desde el primer encuentro se está mostrando muy fallón en el clutch time, su asignatura favorita. Pero el problema más grande de Oklahoma se llama juego interior. Anoche Marc y Randolph sumaron entre los dos 46 puntos y 23 rebotes, frente a un Perkins que se quedó en 2 puntos y 2 rebotes. Con esta clase de encuentros, nadie se explica por qué Perkins sigue siendo el pívot titular de un equipo que aspira a lograr el anillo. No fue suficiente la buena actuación de Durant, con 27 puntos, 7 rebotes y 7 asistencias, o el primer partido bueno de Ibaka en los playoffs (17 puntos y 14 rebotes para el ala-pívot español), si el supuesto gran defensor de juego interior del equipo no funciona, estás perdido. Por si fuera poco, Conley volvió a destrozar desde fuera con 24 puntos, demostrando que poco a poco va cogiendo el nivel de esta serie. Ahora, vuelven a Oklahoma con un 3-1 en la eliminatoria y el ánimo por los suelos, sobretodo el de un Durant que empieza a ver que Westbrook no es tan terrible como parecía antes de su lesión (97-103).  








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