Vuelta a la realidad
Fecha martes, 04 de junio a las 15:40:06
Tema Noticias de la NBA


Pues se acabó la serie. Lo primero de todo es dar un auténtico aplauso a dos conjuntos que nos han brindado una de las mejores series de los últimos años, con encuentros igualadísimos, auténticos combates de gladiadores, esfuerzo y calidad, sobretodo mucha calidad. El partido de anoche no define lo que ha sido la eliminatoria, y no será recordado como la noche en la que Miami volvió a la normalidad y pasó por encima de unos Pacers muy nerviosos. Será recordada como la eliminatoria en la que un conjunto con una defensa espectacular y un quinteto titular formado por George Hill, Lance Stephenson, Paul George, David West y Roy Hibbert llevó hasta el séptimo encuentro a uno de los mejores equipos de la historia. Chapeau por Indiana, que le ha dado una auténtica lección de humildad al mejor equipo sobre la faz de la tierra (que lo sean no significa que tengan que creérselo de esa forma). La serie ha servido para hacer ver a Miami que el anillo de este año no va a ser ningún camino de rosas. Anoche arrollaron a los Pacers con una defensa que no habían practicado en ningún momento de la serie, tan asfixiante que provocó en Indiana la pérdida de hasta 21 balones, 9 de ellos solo en el primer cuarto. Fue imposible para Indiana parar el huracán de Miami, que consiguió meter en el partido la importantísima aportación del señor Ray Allen. Todo el mundo sabía que, pese a estar desaparecido toda la serie, Allen no iba a fallar en un séptimo partido de la final de conferencia, y así fue. Coincidiendo con el momento fatídico de encuentro, a mediados del segundo cuarto, en el que Frank Vogel decidió sentar a los titulares para meter un quinteto formado por Mahinmi, Augustin y Young, Allen afinó el punto de mira con 10 puntos seguidos que destrozaron al equipo de Indiana, sobrepasado por las circunstancias. A partir de ese momento terminó el partido. Paul George se mostró completamente incapaz de aportar para su equipo y se marchó eliminado por faltas, mientras que Hibbert no pudo recibir balones de ninguna forma para ayudar a su equipo, pese a que sus porcentajes fueron verdaderamente buenos. LeBron James se erigió una vez más en el líder de su equipo con 32 puntos y 8 rebotes, mientras que Wade jugó un partido decente y consiguió 21 puntos, aunque con malos porcentajes. Como bien mencionaban por Twitter algunos periodistas de la NBA, “Miami defiende cuando tiene que defender, simplemente”. Hay que dar la enhorabuena a Miami porque han luchado como los campeones que son por ganarse un huevo en la final de la NBA. A Indiana hay que desearle la mejor de las recuperaciones porque son un equipo que, a nada que encuentren un sexto hombre anotador (véase Granger), pueden ser unos candidatos muy firmes para el anillo de la temporada que viene. Y, quién sabe, tal vez las declaraciones de Hibbert, diciendo que “Paul George le disputará el MVP el año que viene a LeBron”, tomen sentido en la 2013-2014. Después de este último partido, lo único que se puede sacar en claro es que George está muy verde para partidos de este calibre (76-99). 








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