Connecticut da la gran campanada
Fecha martes, 08 de abril a las 16:20:30
Tema Noticias de la NCAA


La NCAA echó al cierre a su temporada con un baile en el que la cenicienta se convirtió en princesa. Connecticut culminó su gran torneo (dejó en la cuneta a Villanova, Iowa State, Michigan State y Florida) derrotando a una joven Kentucky que perdió su recién ganada madurez cuando más la necesitaba.



Semifinal 1: Florida 53 – Connecticut 63

Desde que empezó la temporada, surgieron las comparaciones entre el actual equipo de Connecticut  con el que se proclamó campeón en 2011. En aquella ocasión, como en esta, un base llevaba el timón con mano firme. La diferencia es que en el 2011 Kemba Walker estaba peor acompañado que Shabazz Napier. Y este hecho quedó bien patente en la semifinal ante Florida.
Los Gators abrieron el enfrentamiento con un triple de Michael Frazier (el único del equipo en toda la noche) y una defensa presionante a toda pista tras canasta o saque de fondo del rival. Si además le añadimos el dominio en el rebote (bajo ambos tableros), no es de extrañar que tras 11 minutos de juego el último número 1 superviviente dominase por 16 a 4. Ambos conjuntos se dedicaron a desactivar a la estrella rival, Nappier (12 puntos, 3 rebotes, 6 asistencias, 4 recuperaciones) en UConn y Wilbekin (4 puntos, 2 recuperaciones) en el bando contrario.
Y fue entonces cuando DeAndre Daniels (20 puntos, 10 rebotes) y Ryan Boatright (13 puntos, 6 rebotes, 3 asistencias y excepcional en la defensa sobre los bases rivales) rescataron a los de Kevin Ollie con tres triples. Connecticut no levantó el pie del acelerador hasta llegar al descanso 22 a 25, culminando un parcial de 6 a 21. En la segunda mitad la diferencia favorable a los “outsiders” llegó hasta los 9 puntos tras un triple de Napier. Patrick Young (19 puntos, 5 rebotes) y Casey Prather (15 puntos, 6 rebotes) contraatacaron para Florida, poniendo a su equipo a 3 puntos.
Daniels respondió con dos canastas consecutivas, elevando el margen de su equipo hasta los 10 puntos a 5:37 del final. Young cargó sobre sus anchas espaldas la responsabilidad del milagro, anotando 10 de los 12 últimos puntos de los Gators. Pero la habitual frialdad de Connecticut en el tramo final de los partidos (anotó en 6 de sus 9 últimas posesiones) les concedió el pase a la final. Florida volvió a perder tras 30 victorias contra el último equipo que les había derrotado, el 2 de diciembre.
Semifinal 2: Wisconsin 73 – Kentucky 74
Kentucky encarna perfectamente el concepto de equipo joven. Sólo tiene un sénior, Jarrod Polson, cuya participación en el juego es anecdótica, y 2 sophomores, Alex Poythress y Willie Cauley-Stein (lesionado). Todo el peso y el protagonismo recae principalmente sobre unos freshman hegemónicos en el cinco titular. Entre ellos, el único de los novatos estrella del año en la NCAA que ha llegado hasta la Final Four, Julius Randle. Enfrente tenían a Wisconsin, un conjunto con una mayoría de jugadores júniors (de tercer año).
Los Wildcats tuvieron éxito en un cometido indispensable para lograr la victoria. Detener a Frank Kaminsky. El pivot de Wisconsin, con un promedio de 22 puntos en sus tres partidos anteriores,  se quedó en 8 en esta semifinal con momentos destacados de Alex Poythress ejerciendo de lapa. Sam Dekker y Ben Brust (15 puntos y 4 rebotes para cada uno) compensaron este problema, bien ayudados por el novato Bronson Koenig, que anotó sus 11 puntos durante los primeros 20 minutos, compensando los problemas de personales de Traevon Jackson.
Dos triples de Brust dieron a los Badgers una ventaja de 8 mediado el primer período, ante un James Young (17 puntos, 5 rebotes) demasiado solo en Kentucky en los minutos iniciales. Cuando el resto del equipo se puso manos a la obra, redujo la distancia hasta los 4 con que se llegó al descanso. En el inicio del  segundo tiempo Kentucky impuso su exuberancia física para conseguir un parcial de 0 a 15. Wisconsin superó la crisis con buenos minutos de Duje Dukan (el hijo del ejecutivo de los Bulls y  antiguo capitán de la Yugoplastika Ivika Dukan sumó 8 puntos y 5 rebotes) para Wisconsin. Randle (16 puntos, 5 rebotes) aparecía en Kentucky. Se llegó a los tres minutos finales con empate a 69.
Alex Poythress (8 puntos, 7 rebotes) y Kaminsky anotaban para sus conjuntos. Traevon Jackson (12 puntos, 4 rebotes, 3 asistencias), explotando su mayor veteranía, le sacó a Andrew Harrison una falta en un lanzamiento triple cuando se agotaba la posesión. El base anotó dos de los tres tiros libres (el único error desde la línea de personal de su equipo en el encuentro, 19 de 20). Y eso le concedió la oportunidad a Aaron Harrison (8 puntos, 3 rebotes), el héroe del partido previo de los Wildcats ante Michigan, para volver a anotar el triple de la victoria de su equipo.
Final: Connecticut 60 – Kentucky 54
Kevin Ollie se doctoró como entrenador llevando a Connecticut a la cuarta victoria en su historia en el March Madness en su primera participación en el torneo (aunque el año pasado ya estaba en el cargo, UConn quedó excluida por las malas notas de sus jugadores). Napier fue elegido mejor jugador de la final (22 puntos, 6 rebotes, 3 asistencias, 3 recuperaciones), pero contó con la ayuda de un gran Ryan Boatright (14 puntos, 4 rebotes, 3 asistencias, 3 recuperaciones). Kentucky, que desperdició sus opciones fallando demasiados tiros libres (su porcentaje fue del 54,2%, 13 de 24), echó en falta una mayor aportación de los gemelos Harrison.
La final registró un récord de espectadores del torneo, 79.238 en el estadio de los Dallas Cowboys de la NFL. Connecticut golpeó primero. La pareja de bases Boatright y Napier presionaban a sus rivales, Randle (10 puntos, 6 rebotes, 4 asistencias) no podía superar los 2 contra 1 en que se veía inmerso cada vez que recibía, y Brimah cerraba perfectamente el rebote en defensa, privando a los Wildcats de cualquier segunda opción. En ataque, los dos bases de los Huskies se mostraban certeros, llevando a su equipo a una ventaja de 15 puntos (30-15). Pero John Calipari no estaba dispuesto a arrojar la toalla tan pronto.
Kentucky se situó en una zona 2-3, coincidiendo con la marcha al banquillo por problemas de faltas de Boatright y un desacertado DeAndre Daniels (8 puntos, 6 rebotes, 4 de 14 en el tiro). Randle aparecía en los 2 minutos finales del primer período para acercar a Kentucky (35 a 31  al descanso). En el inicio de la segunda parte los Wildcats siguieron explotando su físico buscando penetraciones, en los mejores minutos de James Young (20 puntos, 7 rebotes). Llegaron  a ponerse a tan solo un punto, pero no aprovechó sus oportunidades para sobrepasar a UConn en el marcador. Y con Napier en el banquillo, absolutamente colapsado por la responsabilidad, Connecticut se recompuso después de un triple de Neils Giffey.
 El alero alemán anotó luego otro triple rompiendo una mala racha personal en el tiro (hasta este momento llevaba 1 de 13 en el torneo cuando había acreditado un porcentaje cercano al 50%). Napier, con las pilas cargadas, consiguió otra canasta de 3 puntos clave. Las diferencias a favor de los Huskies se estabilizaron en los 5-6 puntos mientras los Wildcats perdían demasiados balones. En los minutos finales, la sangre fría del equipo de Kevin Ollie se impuso ante una Kentucky que no supo jugar bajo presión, que ni hizo faltas por miedo a la fiabilidad contraria en los tiros libres (10 de 10) ni apretó a los bases rivales por miedo a ser sobrepasados.
Doug McDermott, mejor jugador de la temporada.
El alero Doug McDermott, que acabó su carrera en Creighton en el quinto lugar de la lista de anotadores de la historia de la NCAA (3.150 puntos), fue elegido por unanimidad Mejor Jugador de la temporada. En su curso sénior ha sido el máximo anotador de la competición con una media de 26,7 puntos por partido y un porcentaje de acierto en el lanzamiento del 52,6% (44,9% desde la línea de 3 puntos).
McDermott figura, evidentemente, en el equipo ideal de jugadores universitarios de este año, junto con el base Shabazz Napier (Connecticut), los comboguard Sean Kilpatrick (Cincinnati) y Russ Smith (Louisville) y el alero Jabari Parker (Duke). Greg Marshall, entrenador de Wichita State (temporada de 35 victorias y 1 derrota) fue elegido como el mejor técnico. 






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