El Panathinaikós de Atenas repitió victoria en el segundo partido de las finales de la liga griega contra el Olimpiakós del Pireo. Los hombres de Zelko Obradovic están a una sola victoria de revalidar el título. El miércoles se disputará el tercer partido en el Pireo, con match ball para los verdes. El partido de ayer siguió parámetros similares a los del primer partido. A los de Obradovic les costó entrar en el partido y el Olimpiakós, muy serio, tomó las primeras ventajas que llegaron a rondar los 10 puntos (2-9). Salió Spanoulis de titular en lugar de Teodosic y demostró que es posiblemente el hombre más en forma del equipo. Bien en la dirección y apoyado por la buena actuación de Maurokefalidis y Bouroussis provocó que Obradovic pidiera tiempo muerto para cortar el ritmo del partido. A la carrera, el Olimpiakós siguió mejorando y el Panathinaikós no encontraba a Batiste. Éste, flotaba a Maurokefalidis, que anotaba desde lejos con sorprendente facilidad. Con 12-19 en el marcador daba la impresión que, esta vez sí, el Olimpiakós había abandonado los complejos de los últimos años. Los verdes, a pesar de mejorar en defensa, estaban atascados en ataque. La segunda unidad no estaba ayudando como en el primer partido. El segundo cuarto fue un festival de silbato. El Olimpiakós se quejó amargamente después del partido. Con ocho minutos para el descanso, el Olimpiakós se puso en bonus (!). Para un equipo que estaba absolutamente bloqueado en ataque, esta situación le dio oxígeno. Incluso se permitían el lujo de fallar algunos de los tiros libres: Batiste, Kaimakoglou, Nicholas… El único fiable era Diamantidis, claro., que había empezado a jugar. El porcentaje de tiros libres era malísimo (13/20), pero el Olimpiakós estaba en 3 de 4. Así, el Panathinaikós llegó a igualar a 22. Sin embargo, los problemas para los de Zelko seguían. No anotaban en estático, bien frenados por la defensa rojiblanca. Spanoulis tomó el mando de las operaciones y los pireotas se volvieron a escapar (33-43). Kill Bill estaba en 12 puntos y 6 asistencias, casi tantas como todo el PAO junto (7). Entonces Teodosic, que no había salido de titular y parecía un poco nervioso, fue sancionado con una técnica por protestar. Se repetía la historia del primer encuentro, cuando Ivkovic recibió una técnica en un momento clave. Teodosic se fue al banco y recibió una bronca tremenda de Dousan. El serbio hizo un partido para olvidar y no ayudó nada al equipo. Papaloukás, que no salió hasta el tercer cuarto, parecía el segundo entrenador, dando indicaciones y animando durante toda la primera parte. Absolutamente desquiciado y con el partido a punto de finalizar, Teodosic lanzó una botella a los aficionados del Panathinaikós. Con las espadas en todo lo alto, se inició el tercer cuarto. Salió Glyniadakis, que hizo un buen trabajo pero enseguida se cargó de faltas. Por su parte, Panathinaikós tuvo que sustituir a Sato que cometió la tercera falta. Hasta entonces en el PAO no había nadie que estuviera jugando bien. Pero apareció Batiste. Sus compañeros empezaron a nutrirle de balones dentro de la zona, que aprovechaba perfectamente el americano, bien anotando, bien sacando faltas. Cuando recibía ayudas, permitía situaciones cómodas de tiro, que esta vez entraban. Los porcentajes mejoraron mucho y el ritmo del partido era vibrante. Posiblemente vimos los mejores momentos de la serie. El PAO anotaba con más facilidad y el Olimpiakós respondía con Bouroussis y Maurokefalidis. Batiste, coloso en ataque, pero blandito en defensa, asistía bien a los exteriores. Salió Kaimakoglou, pero fue superado en el poste bajo y se cargó de faltas personales. El Panathinaikós, enchufado, anotó de tres con Nichilas, Diamantidis y Fotsis, y se puso por delate (58-53). Pero los pívot rojiblancos no permitieron que los de Obradovic se marchasen definitivamente en el marcador (60-58). Con un PAO efectivo en ataque, faltaba defender. De nuevo la zona 3-2 que ya destrozó al Olimpiakós en el primer partido, causó estragos. La circulación de balón era nefasta y muchos balones de los visitantes acababan con tiros forzados en los últimos segundos de la posesiones, con balones en los pies, violaciones de pasos, etcétera. Diamantidis tomó la batuta y “alargó” los ataques de su equipo. Una extraña falta antideportiva a Spanoulis que no vimos por ningún lado y una falta doble (!) a Maurokefalidis (era la 4) y Kaimakoglou acabaron por desquiciar a los de Ivkovic. Cuando el PAO coge una ventaja de 10 puntos a poco más de 4 minutos, es difícil que se escape la victoria. Los rojiblancos, muy afectados por el arbitraje y físicamente cansados, bajaron los brazos. En el último cuarto sólo anotaron 8 puntos (!). La defensa zonal del PAO, con muchas ayudas y “brazos abiertos” fue extraordinaria. El resultado puede considerarse engañoso después de lo visto (78-66). Ivkovic se quedó a hablar con los árbitros, muy molesto por la diferencia de criterio en las faltas. El PAO se fue a la línea de tiros libres 31 veces y el Olimpiakós solo 9. Bouroussis realizó unas polémicas declaraciones al final del partido, cargando contra la federación. Sin venir a cuento, habló de la selección nacional a la que acudió lesionado el año pasado. “Como veo que nos respetan, yo tampoco tengo porqué forzar para ir a la selección”. ¿Otro que se borra del equipo nacional? Obradovic recalcó que no salieron bien y que cometieron demasiados turnovers (16). También señaló que la zona planteada por primera vez durante la serie por parte de Olimpiakós, les hizo daño. Añadió que no hay nada decidido todavía. Ivkovic dijo que en el segundo cuarto el PAO ya había tirado 20 veces desde el tiro libre y ellos sólo 4. Se lamentó de la diferencia de criterio en las dos zonas y dijo que el arbitraje no estaba a la altura de la competición, aunque reconoció ser el principal responsable de la derrota. Incluso señaló que se vio obligado a pedir un tiempo muerto para calmar a los jugadores. Por otra parte, el Aris empató la eliminatoria por el tercer puesto al vencer en casa por 73-70 en un partido muy igualado. El miércoles tenemos los terceros partidos de ambas series. La final podéis seguirla por nuestra radio a partir de las 21:00.

Obradovic lo ha vuelto a hacer. Clase magistral del maestro Diamantidis, que ha dominado el partido de manera extraordinaria. Se nos acaban los adjetivos para definirlo. El Olimpiakós salió en tromba y consiguió las primeras ventajas. Teodosic, Bouroussis y Maurokefalidis hacían daño y la defensa del PAO no era buena. Gordon frenaba a Diamantidis y nada hacía pensar lo que iba a pasar después. El Panathinaikós salió con Batiste de 5 en lugar de Bougioukas como solía hacer y con Tepic, que sustituía a Perpéroglou. Olimpiakós endosó un 11-4 de salida que se convirtió en pocos minutos en un 18-10 y luego en un 21-12 tras sendos triples de Teodosic y Gordon. En ese momento, Ivkovic se puso a protestar exageradamente una falta no señalada y fue castigado con una técnica. Es incomprensible como un entrenador con tanta experiencia caiga en semejante error. Parecía como si quisiera que los aficionados presionaran más a los árbitros. Fue una decisión valiente de los árbitros. La técnica llevó a Diamantidis al tiro libre, pero lo más grave es que cortó el ritmo de su equipo, mucho mejor hasta ese momento. El hombre del segundo cuarto fue Maric, que entró como un ciclón y se comió a Bouroussis. Maric, que ha estado renqueante toda la temporada, ha hecho el mejor partido de la misma. Ha taponado, ha reboteado y ha anotado, además de frenar a los pivots rivales. Una de las cartas de Obradovic. Pasó por delante de Bougioukas en la rotación. Con una canasta de Sato el PAO igualaba a 23. Un parcial de 6-0 que coincidió con la salida de Gordon hacía que las cosas volviesen a la normalidad, pero el PAO entonces ya estaba metido de lleno en el partido y las diferencias no fueron a más. Diamantidis había empezado a leer. Sato dio la primera ventaja del partido al PAO (30-32), pero enseguida reaccionaron los pireotas marchándose al descanso con una mínima ventaja (35-34). Daba la impresión que el Olimpiakós había dejado escapar con vida al Panathinaikós. Tras las ventajas iniciales el PAO empezó a jugar “en equipo”, dominando las posesiones y el tempo del partido. Poco a poco, los de Obradovic reconducían la situación y la llevaban donde les convenía: ataques largos, pocos puntos, el bloqueo y continuación, la paciencia… En una palabra: Diamantidis. Por su parte, el Olimpiakós había empezado a “malgastar” ataques. Tras el descanso, el PAO se puso en zona con Kaimakoglou, que no había jugado ni un solo minuto, arriba. No había visto defender así al Panathinaikós. La defensa 3-2 con hombre alto arriba consiguió lo deseado. El Olimpiakós agotaba las posesiones o no encontraba situaciones cómodas. Los verdes controlaron el rebote defensivo. En la primera parte el Olimpiakós había conseguido 7 capturas ofensivas. El Panathinaikós se fue de 5 y mantuvo la diferencia durante varios minutos a pesar del nefasto partido de Nícholas, que no la metía ni a tiros. Además de fallar triples erró en los tiros libres. Pero el partido seguía abierto y el Olimpiakós remontó (57-58). Entonces, una serie de decisiones muy protestadas por los rojiblancos, volvieron a descentrar a los de Ivkovic. Con 61-66 en el minuto 35, apareció Spanoulis. Un triple y un 2+1 apretaron el marcador (68-68). Cuando parecía que Spanoulis acabaría decidiendo, apareció Fotsis, que anotó un triple estratosférico desde 8 metros que causó estragos. Fue un triple importantísimo por el momento en el que estaba el partido. Un rebote ofensivo de Batiste y dos tiros libres de Diamantidis -éste no falla- pusieron en ventaja a los verdes, que jugaron con más cabeza los últimos minutos. Algunos malos ataques unidos a la fuerte defensa del PAO hicieron que la diferencia se hiciera insalvable. Ivkovic reconoció que la victoria del PAO había sido justa y no buscó excusas. El porcentaje en tiros de dos fue un pésimo 38% contra un 58%. Confesó que en ciertos momentos habían perdido la concentración y por ello prefirió jugar los minutos finales con jugadores más expertos. Puso como ejemplo de sus errores el caso de Maric, que metió 14 puntos en 10 minutos. Añadió que esperan jugar mejor el próximo partido, cuando no tengan tanta presión encima. Tepic destacó la buena defensa, Maric dijo tener ahora la presión por jugar en casa y Batiste apuntó que uno de los secretos del éxito del equipo son sus aficionados, con lo que espera llenar el OAKA para empujar al equipo. Printzesis declaró que habían perdido por fallos propios y Maurokefalidis comentó que no tenían que agachar la cabeza y que había que levantarse.

Olimpiakós y Panathinaikós disputarán la final de la liga por sexta temporada consecutiva. La serie a cinco partidos comenzará a disputarse el próximo jueves con ventaja de campo para los del Pireo. Sin apenas despeinarse, Olimpiakós y Panathinaikós se deshicieron del Aris y del PAOK respectivamente. En los terceros partidos jugados hoy se repitió lo que veníamos viendo hasta ahora. Los dos grandes no dieron ninguna opción y dominaron de principio a fin. Conscientes de su inferioridad, el PAOK y el Aris “se dejaron llevar” e intentaron evitar cualquier desgaste inútil a la espera del choque que les enfrentará por la tercera plaza. El Panathinaikós acabó ganando de 40 (!) un partido sin historia. Fue, sin embargo, una victoria amarga: Stratos Perpéroglou se lesionó gravemente en el hombro y es seria duda para el jueves. Así, el PAO podría perder al mejor hombre de la semifinal. Un pequeño sprint al final del primer cuarto dio la primera ventaja más o menos clara (22-16). La notable mejora en defensa decidió el partido al poco de empezar el segundo cuarto (32-16) con canastas de Fotsis y Nícholas. Un triple de Christmas y otro de Stringlers parecía meter al PAOK en el partido (32-22). Fue entonces cuando llegó la lesión de Perpéroglou, que afectó a los jugadores. Malas decisiones en ataque y pérdidas tontas de balón provocaron que el PAOK siguiera vivo al descanso (42-27 tras triples de Kaimakoglou). Tras el descanso, los de Obradovic apretaron en defensa y el PAOK empezó a tener problemas. La ventaja aumentaba cada vez más y a los de Salónica les costaba mucho anotar. Los blanquinegros recurrieron al lanzamiento exterior y lograron ponerse a 15. El último cuarto fue un correcalles. Las defensas prácticamente no existieron y ambos equipos intentaron que no hubiera más lesionados. Markopoulos lamentó los 36 puntos encajados en el último cuarto aunque dijo estar satisfecho por la imagen ofrecida durante muchos minutos. Sus miradas están puestas en el Aris y espera que el factor cancha sea decisivo. En un Palacio de la Paz y la Amistad casi vacío, el Olimpiakós se deshizo del Aris por 23 puntos (87-64). Los jugadores de Subotic jugaron bien durante los dos primeros cuartos y se llegó al descanso con bastante igualdad (43-39). Hatzibretas dirigió con acierto y Kasirof mostraba sus buenas prestaciones debajo del aro. El Olimpiakós jugó exageradamente relajado y el Aris lo supo aprovechar. Un parcial de 12-3 puso por delante al Olimiakós, que iba perdiendo por 3 puntos (22-25). Tras el descanso, la buena puntería desde fuera de los 6,75 abrió una brecha insalvable para los amarillos, que se dieron por vencidos. Halperín estuvo especialmente acertado desde fuera de la línea. El último cuarto sobró y hubo muchos minutos de la basura. El partido sirvió para que Printzesis fuera cogiendo confianza después de un debut titubeante la semana pasada. Por el Aris, siguen sin jugar dos jugadores claves: Sloukas y Tapoutos, que reaparecerán contra el PAOK seguro. Ivkovic reservó a Teodosic y a Gordon por precaución aunque llegarán recuperados a las finales. Spanoulis declaró después del partido que no habían hecho un buen primer tiempo, pero que después del descanso mejoraron mucho. Sobre la final, comentó que no había favorito y que el primer partido sería el más importante. Subotic dijo al acabar el encuentro que se habían planteado el partido como un entreno para las próximas citas contra el PAOK. Fue una buena oportunidad para que jugasen los jóvenes y no forzar a los lesionados, a los que espera recuperar. Como resumen, decir que han sido unas series descafeinadas, sin ningún tipo de aliciente. Lamentablemente y como se esperaba, los equipos de Salónica están a años luz del Panathinaikós y del Olimpiakós. Hoy hemos visto el OAKA y el Pabellón del a Paz y de la Amistad casi vacíos. El baloncesto griego tiene un problema grave. El Olimpiakós llega a la final imbatido y el Panathinaikós con dos derrotas. Lo mejor está por llegar, pero eso ya lo sabíamos antes de empezar la temporada. El duelo fratricida PAOK-Aris, con ventaja de campo para los primeros, promete emociones fuertes. Por el bien del baloncesto, que se vean partidos igualados, series largas y pabellones griegos.

Con menos problemas de los previstos, el Olimpiakós y el Panathinaikós han conseguido la segunda victoria de la serie en las semifinales de la liga HEBA1 al mejor de cinco partidos. El primer partido de la tarde se disputó en el Alexandrio ante menons de media entrada (!). Gran parte de los aficionados del Aris -los que más aprietan- siguen sin ir al campo en señal de protesta por el fichaje de Lefteris Subotic. Así, no hubo la presión de otras veces y el Olimpiakós dominó el partido de principio a fin. Un 5-0 de parcial nada más empezar con triple y canasta de dos de Teodosic parecía presagiar otro partido como el del pasado jueves. Sin embargo, esta vez el Aris intentó plantar cara. Todo el partido fue un “quiero y no puedo” por parte de los locales, que veían como Teodosic y Maurokefalidis anotaban con facilidad. Un cambio a zona y un aumento de la agresividad, permitieron algunos robos que acabaron en contraataques fáciles. Así, de un 2-13 se pasó a un 23-27 al final del primer cuarto, destacando la aportación de Kasirof por parte de los amarillos. Ivkovic reaccionó sacando a Glyniadakis para frenar a Kasirof y a Erceg para amenazar el tiro desde fuera. Es de destacar la aportación de Gkyniadakis, intimidador, que siempre aprovecha los pocos minutos que le dan. Un sustituto de garantías ante la baja de Nesterovic. A pesar de mejorar, el Aris no pudo frenar la sangría porque la defensa volvía a ser mala. El intercambio de canastas rápidas beneficiaba claramente al Olimpiakós, que en estático tampoco encontraban dificultades. Se llegó al descanso con un 52-40 y con la sensación de que el pescado estaba todo vendido. Aunque el Aris conseguía ponerse a 9 (59-50), el ritmo del partido estaba en manos de Teodosic, Spanoulis y Papaloukás. Kasirof y Baptsic tuvieron que ir al banco por faltas y el Olimpiakós lo aprovechó con otro acelerón (75-61) al final del cuarto. El último cuarto sobró, con un Aris pensando en la futura lucha por el tercer puesto contra el PAOK, y un Olimpiakós con la vista puesta en la final. El resultado final (102-76) habla a las claras de la malísima defensa de los de Salónica. En ningún momento del partido dio la impresión de estar jugándose una semifinal de liga. No hubo ni incidentes ni polémica, algo habitual en este tipo de partidos. Ninguno de los dos se desgastó lo más mínimo. Lo peor del partido fue la lesión de Lucas Gordon a siete minutos del final, cuando ya no había nada en juego. Parece que no es grave, pero tuvo que abandonar prematuramente el choque. Por el Aris no jugaron ni Sloukás ni Tapoutos, que siguen lesionados e imagino que reaparecerán contra el PAOK. Los americanos del Aris, King y Brown, siguen empeñándose en demostrar que no están a la altura. Ivkovic, que estuvo muy protestón a lo largo de todo el partido, señaló que su mente está en el tercer partido y no en la final. Se mostró crítico con la defensa de su equipo y destacó que la profundidad de su banquillo había sido fundamental. Por su parte, Subotic dijo que estuvieron metidos en el partido durante 25 minutos, pero contra un equipo como el Olimpiakós hay que jugar fuerte todo el partido. Dio por perdida la eliminatoria y espera recuperar hombres claves para el play off contra el PAOK. En el segundo partido de la tarde, el Panathinaikós ganó sin problemas a un correoso PAOK. A pesar de que hacía 10 años que el PAOK no jugaba una semifinal de liga, el PAOK Sports Arena presentaba un aspecto bastante desangelado. Nuevamente, ambas semifinales parecían transcurrir de la misma manera. No se respiraba el ambiente de las grandes ocasiones. Sin embargo, el PAOK de Markopoulos luchó hasta el final. Se volvieron a notar las bajas de Dedas, pero sobre todo de Marshall, que ha sido el mejor hombre del equipo toda la temporada. Stratos Perperoglou fue el hombre del partido. Destrozó la defensa rival, tanto desde el poste bajo como desde fuera del 6,75. Se fue hasta los 33 puntos, con buenísimos porcentajes (7/8 de dos, 4/6 en triples y 7/9 en tiros libres). Como en la otra semifinal, el marcador reflejaba un 2-13 nada más empezar. La diferencia se mantuvo hasta el final del primer cuarto, aunque el PAOK mostró una muy buena actitud (23-15 al final del cuarto). Los mejores momentos de los locales se vivieron durante el segundo cuarto. Tres triples consecutivos, uno de Apostolidis, otro Christmas y un último de Giannakidis, apretaron el marcador (30-28 en el minuto 16). Obradovic se vio obligado a pedir tiempo muerto y después del mismo, Perperoglou se echó el equipo a la espalda. Ayudado por Fotsis, consiguió que su equipo se fuera al descanso con una ventaja de 9 puntos (30-39). El PAOK había demostrado que podía llegar a inquietar al Panathinaikós. Sin embargo, al poco de empezar el tercer período, dos técnicas al banquillo local acabaron por decidir el encuentro. Diamantidis anotó los cuatro tiros libres a los que sumó un triple. 16 puntos de ventaja parecían insalvables (50-34), pero el PAOK no se dio por vencido y llegó sólo 10 puntos por debajo con un cuarto por jugar (60-50). Perperoglou veía la canasta como una piscina y seguía “martilleando” el aro. Llegó a los 33 puntos en el minuto 34. Tras ponerse 17 puntos arriba (72-55), el PAO se relajó y el PAOK logró maquillar el resultado con un parcial de 12-0. El resultado final es engañoso (75-69), aunque la imagen de los bicéfalos fue mejor que la ofrecida por el Aris. Para las estadísticas decir que es el trigésimo partido consecutivo ganado por el PAO en unas semifinales; no conoce la derrota en play off de semis desde hace 6 temporadas. Soulis Markopoulos dio por perdida la eliminatoria y dijo que centrarían sus esfuerzos en la lucha por la tercera plaza que da derecho a lugar la Euroliga.

Poco más de seis minutos necesitó el Olimpiakós para liquidar el primer partido de semifinales de los play off contra el Aris en el Pireo. No hubo resaca tras la victoria copera y los de Ivkovic se dieron un festín. A los seis minutos el tanteo ya era de 20-12, a los ocho 26-10 y al final del primer cuarto 30-10 (!). Spanoulis (8 asistencias) reapareció al estar el partido sentenciado de buenas a primeras. El Aris bajó los brazos y los pireotas rotaron a todo el equipo. Una tímida reacción amarilla los hizo ponerse a 15 (34-19), pero fue sólo un espejismo. Con dos triples de Printzesis, otro de Papaloukás y otro de Halperín la diferencia aumentó hasta los 28 (54-26) al descanso. En el tercer período el resultado rozaba lo escandaloso (71-41). La máxima diferencia se dio casi al final del partido (+35), aunque un 5-0 cerró el score en un vergonzoso y apabullante 95-63. El mejor del partido fue Milos Teodosic, que anotó 20 puntos con un 100% en tiros de dos (4/4) y 100% de tiros libres (3/3). Además anotó 3/5 en triples y repartió 5 asistencias.  Ivkovic comentó tras el partido que había sido más fácil de lo que esperaban. La responsabilidad jugó una mala pasada a los jugadores jóvenes y el Aris acusó en demasía las bajas de Tapoutos y Sloukas. “El sábado en Salónica el partido será diferente“, comentó. Por su parte, Subotic, que poco podía decir, achacó la derrota a la pésima defensa del equipo. Con un ambiente de euforia desmedida pese a la derrota copera, la afición recibió a los campeones de Europa entre vítores y aplausos. 8000 fieles se congregaron en el OAKA para celebrar el título que los jugadores ofrecieron antes del partido. El PAOK era el invitado de la fiesta. Un problema en uno de los relojes de posesión del tablero retrasó el inicio y eso parece que afectó al PAO, que no salió demasiado concentrado. Un parcial del 16-0 puso las cosas en su sitio ya en el primer cuarto (26-11). El PAOK se hundió totalmente en el segundo cuarto. A los 16 minutos la ventaja ya era de 30 puntos nada más y nada menos. Los guarismos, como en el otro partido, demoledores. El PAOK no reboteaba (22 rebotes por 9) y perdía balones (4 por 11). El PAO ya había dado 15 asistencias mientras que el PAOK sólo 5. Demasiadas ventajas para unos verdes que además veían como uno de los mejores hombres del PAOK, Dozier, se iba al banco por 4 faltas a los 13 minutos. Los de Salónica consiguieron frenar la sangría en el tercer cuarto, con un parcial de 21-19. Las defensas no existían en el cuarto cuarto y el partido se convirtió en un correcalles. Los verdes llegaron a ponerse 40 puntos por delante. Al final, 95-52. Soulis Markopoulos declaró que 24 pérdidas de balón eran dar demasiada ventaja a un equipo como el Panathinaikós, al cual felicitó por la victoria. También se lamentó de las bajas de Marshall, Dedas y Arapis. Espera poder contar con ellos el próximo partido y así, por lo menos, mejorar la imagen en el PAOK Sports Arena. . Las semifinales no han podido empezar peor para los equipos de Salónica. Ambos partidos han seguido caminos paralelos, con dos equipos “de fiesta“ ganando a medio gas y otros dos rendidos desde casi antes de empezar. Es una pena que la diferencia sea tanta entres los dos grandes y todos los demás. Posiblemente podamos vivir “dos barridas” en ambas series y luego dos finales, una por el título de liga y otra por una plaza en la Euroliga. Los segundos partidos de las series se disputarán el sábado en Salónica. Esperemos que, por el bien del baloncesto, haya un poco de igualdad o, por lo menos, que los equipos locales no dejen de luchar. 

Por segundo año consecutivo el Olimpiakós del Pireo se ha proclamado esta misma tarde campeón de la Copa Griega (68-74). En una final muy disputada y jugada de poder a poder, los de Ivkovic han sabido mantener la cabeza fría en los últimos minutos. El Olimpiakós salió más metido en el partido y consiguió marcharse en los primeros minutos gracias a la labor de Milos Teodosic y, especialmente, de Giannis Bouroussis, dueño de la pintura (14-6). La salida de Batiste por Bougioukas, que hizo dos faltas prematuras, igualó las cosas (15-11). Un nuevo estirón puso al Olimpiakós por delante al final del primer cuarto (22-15). El segundo cuarto siguió los mismos parámetros que el primero, con Teodosic mandando y Bouroussis y Maurokefalidis haciendo daño debajo. A 5 minutos del descanso el resultado era 31-23. Fue entonces cuando el Panathinaikós apretó en defensa e igualó la contienda (35-35) tras un triple de Sato, e incluso se puso por delante con canasta de Kaimakoglou. Fueron los mejores minutos del PAO, con un Diamantidis firme en la dirección y un Batiste dominante (39-37 al descanso). Los del Pireo sólo se iban al descanso con 2 puntos de desventaja a pesar de contar con un horrible 18% en triples (2/11) y un 55% en tiros libres. El Panathinaikós, por el contrario, llevaba un 10/10 en tiros libres pero un pobre 48% en tiros de dos. Un triple del propio Diamantidis puso al PAO 5 arriba (42-37). Pero a partir de ahí el PAO empezó a acusar el cansancio y la floja actuación de algunos de sus jugadores. Un espectacular parcial de 12-0 con un Bouroussis inconmensurable debajo de los aros puso al Olimpiakós por delante (49-42) a falta de 6 minutos para el final del tercer cuarto. Obradovic no encontraba soluciones en el banquillo mientras Ivkovic apostaba por Halperin y Kesselj como aleros. Al final del tercer cuarto la diferencia era de 5 puntos para los rojos (58-53). El PAO no se dio por vencido y volvió al partido nuevamente apoyándose en el pick and roll de Diamantidis. Batiste y acciones aisladas de Fotsis y Perpéroglou volvieron a poner por delante al Panathinaikós (62-59). Pero esta vez sí, el PAO iba con la reserva. Un par de pérdidas tontas de Diamantidis que acabaron en canasta y unos pasos infantiles de Batiste cuando estaba solo fueron la puntilla. Calathes hoy no estuvo a la altura. Gordon desgastó a Diamantidis y Nicholas no tenía el día. Cuando Batiste estaba fuera de la cancha, el PAO, aunque seguía metiendo balones en la zona, no anotaba. Maric peleó pero sigue sin estar al 100% y Bougioukas nunca entró en el partido. Un triple de Teodosic volvió a poner al Olimpiakós al frente. Con todos los pesos pesados en la pista, decidió Bouroussis. Puso un par de tapones, cogió varios rebotes importantísimos y sacó faltas que acabaron con tiros libres anotados. Un parcial de 7-0 colocó un 72-65 insalvable en el luminoso. Le han dado el MVP de la final a Milos Teodosic cuando, en mi opinión, lo merecía Giannis Bouroussis. Los números del serbio han sido espectaculares: 18 puntos con 4/4 en tiros libres, 4/5 en tiros de 2, 2/8 en triples, 4 rebotes, 7 asistencias y 2 robos. Es el tercer enfrentamiento de la temporada entre los dos equipos y de momento lideran los pireotas por 3-0. Por el Olimpiakós no ha jugado Spanoulis, que con molestias, ha seguido el partido desde el banquillo. Tampoco estaba Nesterovic que sigue lesionado. Printzesis, que volvía a casa, no está acoplado todavía y ha jugado poco.